Bolsa, mercados y cotizaciones

Los inversores exigían un 40% de descuento por Loterías



    Comenzó como un sueño y ha terminado como una pesadilla. La salida a bolsa del 30% del capital de Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (Selae) fue perdiendo fuerza con el paso de los días. Economía comenzó la operación con la intención de vender su mejor empresa pública por unos 21.000 millones de euros y nunca por debajo de los 18.000 millones. ¿Cuál era la mayor valoración de la compañía?

    Pero con lo que no se contaba es que algunos de sus enemigos podían estar en casa. "Todo parece indicar que lo que no han podido es conseguir el suficiente apoyo institucional. Sin el apoyo institucional esta OPV hubiera supuesto malvender la compañía y ésta ha sido la causa del arrepentimiento", afirma Soledad Pellón, de IG Markets.

    Una falta de apoyo que, según apuntan fuentes del mercado, estaría protagonizada por algunos de sus bancos colocadores, principalmente los españoles. Y es que estas mismas fuentes apuntan que la valoración de algunos de los colocadores globales en el premarket se situaba en torno a los 15.000 millones, lo que supondría un descuento del 43 por ciento con respecto a la valoración media de los coordinadores globales de la operación, e incluso ni siquiera garantizaban la colocación dentro del tramo minorista.

    Rebajar la valoración de Loterías a 15.000 millones (lo que le supondría al Estado unos ingresos unos 5.000 millones) ofrecería a sus inversores una rentabilidad por dividendo en torno al 14 por ciento y un PER (número de veces en que el beneficio está contenido en el precio de la acción) de 7,5 veces. Por no mencionar que la compañía se había comprometido a pagar doce dividendos al año, algo inédito en la bolsa española, con la posibilidad de incrementarlos.

    Cifras, por tanto, lo suficientemente atractivas como para convencer al pequeño inversor. Al mismo que, precisamente, van dirigidas las ofertas de pagarés, bonos y subordinadas que han lanzado las entidades españolas en el último mes, entre ellas las dos grandes españolas, ante la dificultad de adquirir la liquidez necesaria para poder hacer frente a los 200.000 millones de euros a los que tiene que hacer frente hasta finales de 2013. No en vano, hay que tener en cuenta que el 60 por ciento de la oferta iba a estar previsiblemente dirigida a inversores minoristas.

    Aunque es precisamente este fuerte descuento lo que ha llevado al Ministerio de Economía a aplazar la OPV de Loterías y Apuestas del Estado (Seale), la operación se ha encontrado también con otros obstáculos. Por una parte está la crisis bursátil que sufren todos los mercados en general, y el europeo en particular - desde que se anunció la valoración de Loterías en abril, el Ibex 35 ha perdido un 21 por ciento-. "Se ha aplazado por las condiciones de mercado y la premura de la operación y ser un vendedor forzado no es nada positivo", afirma José Ramón Ituarriaga, gestor de Abante Asesores.

    Y por otra, están las fuertes críticas que ha recibido por parte del principal partido de la oposición, el Partido Popular, sobre todo teniendo en cuenta que todas las encuestas apuntan a que tiene muchas papeletas para ganar las elecciones del 20 de noviembre.

    Lo que, sin embargo, parece evidente, es que Loterías se había convertido en la salida a bolsa más atractiva de los últimos tiempos. No sólo por su dividendo, sino también por la seguridad de su negocio y la inexistencia de deuda.