Bolsa, mercados y cotizaciones
Bernanke deja a los mercados en el limbo
Los mercados cabalgaron ansiosos durante toda la semana a la espera de que el viernes se anunciara un nuevo programa de estímulo económico en EEUU.
En un primer momento, las bolsas reaccionaron a la baja tras conocer que la Reserva Federal no tomará una decisión hasta septiembre. Ese fue el mensaje que envió Ben Bernanke, presidente de la institución, en el encuentro anual que reúne a banqueros centrales de todo el mundo en Jackson Hole. Pero una vez más, el rumor se adelantó a la noticia y poco duró el susto. En la jornada previa se habían disuelto las esperanzas sobre un nuevo Quantitative Easing, por lo que Wall Street se vistió finalmente de verde y en Europa los principales índices moderaron las caídas.
Motivos para una nueva oleada de ventas no faltaron. El viernes podía llegar la confirmación de que el crecimiento económico de la principal potencia mundial camina muy lento, y así fue. El Gobierno estadounidense difundió un nuevo dato de crecimiento y éste estuvo por debajo del que se anunció hace un mes. El Producto Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre se quedó en el 1 por ciento, anualizado, frente al 1,1 esperado por el mercado. Esta cifra fue revisada a la baja, ya que a finales de julio se situó en el 1,3 por ciento, dato que también estuvo por debajo de las estimaciones. El miedo a la recesión también vino con los datos que arrojaron los crecimientos de España y Reino Unido.
Pero ni siquiera estas cifras impidieron a todos los principales índices europeos cerrar la semana en positivo. Excepto uno: el alemán. Esta semana las ventas se centraron en el Dax, que retrocedió un 1 por ciento, lo que eleva las pérdidas del mes de agosto al 23 por ciento. Mientras que el resto de las principales plazas europeas acumuló ganancias; el Ibex avanzó un tímido 0,5 por ciento.
El país germano estuvo en el ojo del huracán ante un rumor que adelantaba una bajada de rating por parte de las agencias de calificación. Rumor finalmente desmentido. El país que se llevó la rebaja fue Japón.
La presión a la que se enfrentó el parqué alemán no llevó al organismo regulador a imitar las limitaciones que hasta ahora sí que han impuesto otros países de la zona euro. Pese a que también se rumoreó sobre ello, el regulador alemán optó por no prohibir las posiciones cortas, aquellas que se realizan cuando se invierte a la espera de que un valor baje. Sin embargo, otros países que ya han tomado esta medida (Grecia, España, Francia, Italia y Bélgica) ampliaron la fecha en la que finalizaban las restricciones. Por ejemplo, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de nuestro país, anunció que prorrogará hasta el 30 de septiembre la prohibición de posiciones cortas sobre el sector financiero, que en un principio se limitaba hasta este viernes. Por su parte, Francia incluso dejó abierto el plazo, como mínimo, hasta el próximo 11 de noviembre.
Un sector que aún despierda dudas
La prohibición de tomar posiciones cortas sobre el sector financiero no ha tenido, en cambio, todos los efectos que podrían esperarse. Las entidades financieras continúan siendo las más castigadas durante el último mes en Europa (ver gráfico). Y este patrón no sólo se mantiene en el continente europeo. El sector acumula las mayores pérdidas en Wall Street, donde esta semana tuvo un especial protagonismo. Las cuentas y la capacidad de Bank of America se pusieron seriamente en tela de juicio, tanto que se rumoreó sobre la posibilidad de que J.P.Morgan comprara la compañía. Pero finalmente fue el millonario Warren Buffett el encargado de tranquilizar al mercado, con una inversión de 5.000 millones de dólares en acciones de la entidad.
¿Volatilidad? Sólo en la renta variable
El índice VIX, que mide la volatilidad en la renta variable estadounidense, es uno de los indicadores que reflejó que los fuertes vaivenes siguen presentes. Pero las tensiones no estuvieron tan presentes esta semana en el mercado de deuda. Únicamente la rentabilidad de los bonos griegos a 10 años marcó un nuevo récord.
Eso sí, el rendimiento que se exige a los homólogos españoles cerró la semana por encima del 5 por ciento. No obstante, la diferencia con el interés exigido a la deuda alemana se relajó hasta los 284 puntos básicos. La prima de riesgo de nuestro país fue la única de los países periféricos que se relajó respecto a la semana anterior.