Bolsa, mercados y cotizaciones

El Ibex pierde 50.000 millones en 5 días



    Quizá sea uno de esos inversores que ha estado de vacaciones en algún remoto lugar sin conexión a internet durante la última semana.

    Si es así, es muy posible que se sorprenda cuando lea que el Ibex 35 cerró ayer la sesión en los 8.671 puntos y sobre todo, que sólo en cinco días ha perdido más de 51.000 millones de euros de capitalización bursátil o, lo que es lo mismo, un 9,96 por ciento.

    ¿Cómo es posible?, pensará. La explicación no es otra que una concatenación de malas noticias que se han conocido a ambos lados del Atlántico. Esto unido, al miedo ya reinante en el mercado y la fuerte volatilidad que gana fuerza en meses vacacionales como el de agosto, han hecho el resto. Todos los mercados han acumulado caídas semanales superiores al 7 por ciento, que en el caso del Ibex 35 han ascendido hasta el 9,96 por ciento, lo que convierte esta primera semana de agosto en la más sangrante para el mercado español desde la primera semana de mayo de 2010, justo después de que Grecia solicitara el primero de los dos rescates que ha pedido a la Unión Europea.

    Por valores, ninguno de los que forman parte del Ibex 35 han conseguido escapar de la marea roja que ha sacudido a la bolsas mundiales en general y a la española en particular. Asusta mucho ver que el valor que mejor ha aguantado el tipo, por decir algo positivo, ha sido Telefónica. Y eso que ha retrocedido un 5,37 por ciento. En la otra cara de la moneda, Técnicas Reunidas ha sumado a su ya clásico título de farolillo rojo del año el de peor valor de la semana, puesto que ha retrocedido un 18,41 por ciento.

    La mala evolución de la bolsa ha estado una semana más acompañada de su fiel escudera, la prima de riesgo (diferencia entre la rentabilidad del bono español a 10 años y el alemán). En los últimos cinco días este diferencial ha pasado de los 354 puntos a los 369 actuales, pero lo que realmente preocupó al mercado fue que rebasara los 400 puntos básicos en distintos momentos y que el rendimiento de la renta fija a diez años marcara un nuevo máximo histórico en el 6,45 por ciento (ayer cerró, no obstante en el 6,05 por ciento), ya que, según recuerda Sara Pérez Frutos, de Dracon Partners, "anteriormente siempre que la prima de riesgo ha superado los 400 puntos, los países europeos han tenido que acudir a los planes de ayuda o de rescate de la Unión Europea".

    La Comisión Europea lo negó, pero los inversores hicieron oídos sordos a sus palabras. Están cansados de oírlas y lo que quieren es ver hechos. Se fijaron para ello en el Banco Central Europeo, que celebró el jueves su reunión mensual, y confiaron en que su presidente, Jean-Claude Trichet, tranquilizara a los mercados con sólo pronunciar las cuatro palabras mágicas: "Estamos comprando deuda pública". Pero la esperanza cayó en saco roto.

    Con todo, Europa no fue la única preocupación a la que se ha enfrentado el mercado esta semana. También EEUU ha dado más de una sorpresa negativa en forma de datos económicos. Y esta vez Wall Street también se ha dejado llevar por el pesimismo. Tanto que todos sus índices se han olvidado de sus números verdes en el año y han acumulado pérdidas superiores al 5 por ciento sólo en la última semana.

    La peor semana del crudo desde mayo

    Con la excepción del oro, que ha vuelto a demostrar que no tiene competencia en lo que a activo refugio se refiere (el franco suizo y el yen japonés, que también presumen de subir cuando todo lo demás baja, han recortado sus apreciaciones tras la intervención también en esta semana de infarto de sus bancos centrales), el resto de materias primas han sufrido severas correcciones ante la sensación de que, como poco, sí habrá un enfriamiento en el crecimiento económico de EEUU.

    El petróleo ha sido uno de los que más lo ha notado. El barril West Texas, referente de EEUU, ha perdido en las últimas cinco sesiones más de un 11 por ciento, hasta los 85 dólares, lo que convierte la última en su peor semana desde la primera de mayo, cuando también cayó más de un 10 por ciento debido al mismo motivo: el miedo a una ralentización económica en la primera economía del mundo. Similar balance arroja el barril Brent, referente europeo. Ha acumulado una caída del 8,61 por ciento, hasta los 107 dólares el barril.