Bolsa, mercados y cotizaciones

Comienza la semana: entre los datos de paro y la Reserva Federal



    Tras la exhibición de fortaleza de la semana pasada, Wall Street encara una de las semanas más importantes del año, aunque la mayoría de los inversores españoles se vayan a perder la mitad por el último puente antes de Navidad.

    Una semana en la que tiene que demostrar si las caídas han terminado y los índices pueden retomar la tendencia alcista o si las últimas alzas han sido sólo un rebote antes de recaer.

    Técnicamente, los principales índices -sobre todo el Dow Jones- han rebotado en zonas de soporte muy importantes a medio plazo, después de alcanzar una sobreventa altísima y con recuentos de onda terminales; es decir, había que rebotar. Ahora bien, la fortaleza del rebote ha sorprendido a casi todos los analistas, y crece con fuerza la idea de que el Dow puede haber hecho un doble suelo en los mínimos de agosto. Para que esta posibilidad cobre carta de naturaleza, tendría que superar inicialmente los 14.000.

    Por el lado fundamental, varios miembros de la Fed -incluido Bernanke- dejaron claro la semana pasada que habrá nueva bajada de tipos el día 11, y abrieron la puerta a que sea de medio punto si los datos económicos siguen el ritmo actual de deterioro. Esta semana tendremos varias referencias muy importantes en este sentido. La principal, el dato de empleo de noviembre que conoceremos el viernes. Tampoco hay que perder de vista el ISM industrial (hoy), el de servicios, la productividad del tercer trimestre, los pedidos de fábrica, las ventas pendientes de casas (miércoles) y la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan (viernes).

    En todo caso, el mercado se está quedando sólo con el mensaje positivo de las bajadas de tipos y confía ciegamente en su capacidad para evitar la recesión y sacar al sistema financiero de la crisis actual. Sin embargo, está ignorando el mensaje de claro peligro de los datos económicos y de la Fed, y ese exceso de confianza le puede costar caro.

    Tampoco hay que perder de vista la evolución del petróleo (la semana pasada corrigió con fuerza) y del dólar y los bonos; la divisa puede seguir cayendo frente al euro con las nuevas expectativas de tipos, al igual que la rentabilidad de la deuda, que ya ha caído por debajo del 4%