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Bernanke no lo tiene claro: habrá más estímulos... o no

  • Su siguiente movimiento también podría ser de endurecimiento de su política
Ben S. Bernanke, presidente de la Reserva Federal. <i>Foto: archivo</i>.


El mercado esperaba con expectación la comparecencia de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal. Y ha querido comprar la parte que le interesa, ya que no se descartan más estímulos. Sin embargo, del discurso, con pocas novedades, se puede destacar otra cosa: la indefinición y la falta de ideas nuevas para recuperar el crecimiento y el empleo, cuya debilidad ha vuelto a constatar. Pimco ve recesión: aumenta su exposición a la deuda pública estadounidense.

Ante este panorama, aunque la Reserva Federal cree que los shocks temporales que están afectando a la economía pasarán, el banco central está examinando diferentes opciones no probadas anteriormente (untested, literalmente en inglés) para estimular el crecimiento si las condiciones se deterioran.

Sin embargo, Bernanke también ha hablado de otra opción bien conocida, otra ronda de compra de activos; lo que supondría el lanzamiento del Quantitative Easing 3 (QE3), después de cerrar el anterior programa en junio.

Es decir, el presidente de la Fed cree que la economía podría y debería recuperarse gradualmente, pero que, por si acaso, tiene preparada más munición monetaria.

Más opciones de estímulo... o no

Dentro de estas opciones de estímulo (dado que no puede bajar más los tipos de interés), la Fed ser más explícita en su promesa de que los tipos vayan a estar bajos durante un "periodo extendido".

Además, la Fed podría comenzar otra ronda de compra de activos (QE3) o incrementar la duración media de los activos que actualmente tiene. Por último, podría reducir los tipos que paga a la banca por sus reservas para intentar reducir los tipos a corto plazo a nivel general.

El objetivo de estas medidas, como el del QE1 y el QE2 es rebajar los tipos de interés de los bonos del Tesoro de EEUU y así reducir también los costes de financiación tanto para la banca como para los particulares y mejorar las condiciones financieras del conjunto de la economía, que es lo que trata de conseguir, como reconoce en el comunicado.

Eso sí, el presidente de la Fed ha subrayado que una política más laxa no es el única camino que se estaba considerando y que incluso el siguiente movimiento podría ser un endurecimiento de su política actual, según el comunicado que ha colgado la Fed con el discurso de Bernanke. Por ello, ha recordado que la "estrategia de salida" ya está diseñada" y que debería, después de varios pasos previos, acabar en subidas de tipos de interés.

En este sentido, el presidente ha reconocido que hay "incertidumbres" en ambas direcciones (sobre la fortaleza de la recuperación económica y las perspectivas de inflación) a medio plazo. Eso sí, ha vuelto a insistir que cree que los precios no serán un problema para la economía puesto que tanto la gasolina como los alimentos, que se dispararon a comienzos de año, están moderándose.

Pero incluso cuando habla de normalización, reconoce que si las condiciones económicas cambian, podría no sólo cambiar la fecha de inicio de este endurecimiento de la política monetaria, si no que el propio ritmo del proceso, ya que tiene que tener en cuenta "las dos partes de su mandato dual" (inflación y crecimiento).

Sabe que las compras de bonos no son la "panacea"

La Fed completó el mes pasado su programa para comprar bonos del Tesoro de EEUU por un valor total de 600.000 millones de dólares para estimular economía reduciendo los costes del crédito, el denominado Quantitative Easing 2 (QE2).

Bernanke ha asegurado que el programa ayudó a la economía, aunque ya sabían "que no es la panacea", ha ayudado a la economía a evitar la deflación y conseguido que se recuperara, aunque reconoce que sus efectos sobre el empleo han sido modestos, como esperaban.