Bolsa, mercados y cotizaciones

El bono germano es el 'Panzer' del siglo XXI



    La crisis de la Eurozona está castigando a todos los mercados, y el de renta fija es uno de ellos. El riesgo de impago de los estados periféricos de la UE ha provocado el aumento de los intereses que tienen que pagar. Pero si quiere estar seguro de que al vencimiento del activo recuperará lo invertido más sus intereses, el 'bund alemán' es la opción.

    En los primeros años de la II Guerra Mundial el dominio hegemónico tenía nombre propio: Alemania. El país germano fue cosechando victorias ante los aliados en una guerra que se esperaba fuera corta. Francia, Bélgica y los Países bajos fueron sometidos por las fuerzas nazis en el año 1940. El avance del ejército de Hitler por Europa fue rápido y el arma para ello fue la tecnología utilizada por su ejército. Entre otras, el panzer fue el principal instrumento de destrucción que utilizó Alemania. El panzer era el carro de combate más mortífero que el ejercito germano tenía en su posesión. Entre sus cualidades: la precisión, la velocidad y su maniobrabilidad. Aunque afortunadamente las cosas cambian, el caos y miseria que en el continente europeo provocó una de las guerras más sangrientas de la historia ante la rivalidad de los distintos estados, se transforma ahora en caos y presión económica por la posible bancarrota de uno de los países miembros de la Unión Europea, Grecia. Y ante una de las peores crisis económicas que se recuerdan, Alemania vuelve a ser el estado más avanzado, el mejor preparado para todo tipo de contratiempos y con el único activo que es capaz de resistir, como demostró en la jornada del jueves, cuando se defendía sin problema y todo caía, incluso el oro se desplomaba.

    Ante esta crisis de la deuda soberana, el mercado de los países periféricos está siendo duramente castigado. No sólo la renta variable se está viendo resentida, también la renta fija acusa la inestabilidad de unas finanzas públicas incontroladas. Para constatarlo sólo hay que ver las rentabilidades de los bonos de los países periféricos y cómo éstas se han disparado ante la venta de sus activos, en algunos casos, hasta marcar máximos (en renta fija la rentabilidad tiene un comportamiento inverso a la demanda). Sin ir más lejos, el viernes el bono irlandés a diez años marcó nuevo máximo histórico al anotarse una rentabilidad del 11,967 por ciento. Portugal y Grecia, aunque no marcaron nuevas cifras récord, se acercaron. La deuda potuguesa llegó a registrar un 11,383 por ciento, y el griego, por su parte, se apuntó un 16,78 por ciento, siendo ésta la más alta de todos los países periféricos de la zona euro.

    En el caso del español despidió la semana con nuevos máximos anuales. La rentabilidad del bono a diez años se alzó hasta el 5,681 por ciento.

    Alemania se desliga

    Sin embargo, Alemania es otro cantar. Tiene un nuevo panzer, su bono a diez años. La rentabilidad de éste ha caído hasta el 2,834 por ciento y es que los analistas coinciden al calificar al país germano en el activo refugio, en cuanto a renta fija se refiere, cuando la tensión vuelve a la eurozona. Covadonga Fernández, estratega de Selfbank, explica que "el bono alemán se suele comportar como activo refugio por la fortaleza de la economía del país. Frente a las incertidumbres que pesan en muchos países de la zona euro, Alemania experimenta fuertes tasas de crecimiento, siendo el motor de la Eurozona. Con lo cual, la probabilidad de default es nula. Esto hace que los inversores, en momentos de nerviosimo, compren bonos alemanes, disminuyendo, por tanto, la rentabilidad de los mismos". Marian Fernández, responsable de estrategia de Inversis Banco, recalca que "la solvencia del país germano es la base para que el mercado acuda a Alemania en momentos de inestabilidad económica en la eurozona".

    Así, el bono alemán es el activo a comparar con el resto de la periferia. De forma que cuanto más amplia sea la prima de riesgo -el diferencial entre el bono alemán y la deuda pública de los países de la eurozona-, más riesgo está descontando el mercado al invertir en esos bonos. Por ejemplo el diferencial de la deuda griega a 10 años frente al bono alemán se sitúa en los 1.394 puntos como consecuencia de la alta probabilidad de default de los bonos griegos.

    No obstante, no es oro todo lo que reluce, y al igual que a partir de la batalla de Stalingrado comenzó la debacle del ejército alemán, hay voces que prevén ventas a largo plazo del bono alemán. "La trayectoria futura no tiene por qué seguir con la compra de bonos germanos, ya que el bono tiene varias valoraciones que no se están justificando. Entre una de ellas no se está recogiendo el binomio del Producto Interior Bruto menos el crecimiento de los precios, la inflación. Y lo que sí se está recogiendo es el riesgo: sin embargo, cuando se mitigue el bono se venderá", apostilla Marian Fernández. Sin ir más lejos, el pasado 11 de abril, la distensión en la periferia provocó que el bono germano repuntara hasta el máximo anual del 3,491 por ciento de rentabilidad.