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Los sindicatos piden abrir negociaciones en la planta de Sharp
Tras la confirmación de la venta de los activos industriales de Sharp a Cirsa, la multinacional de la electrónica ha anunciado hoy a los trabajadores un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción sobre un tercio de la plantilla, aunque también afectaría a otro tercio, que pasaría a formar parte de la nueva actividad que Cirsa desarrollará en Sant Cugat del Vallès (Barcelona).
Sólo ha quedado claramente definido el futuro de cien de los 300 empleados al mantenerse el área de investigación y la comercial, por lo que los sindicatos quieren pactar el futuro del resto de la plantilla.
CCOO ha pedido hoy en un comunicado "garantías de negociación y el compromiso de las dos empresas de mantener el volumen de empleo actual y elaborar un plan industrial que garantice la viabilidad del nuevo proyecto".
Por su parte, el sindicato USOC también ha reclamado a la empresa vendedora y compradora "información y facilitar un mecanismo de interlocución" sobre el futuro de la plantilla.
Fuentes de UGT también han pedido diálogo a la empresa para buscar fórmulas "poco traumáticas" de despido, como pueden ser las bajas incentivadas.
Sharp es la última fábrica de electrónica de consumo que se mantenía en Cataluña, ocupa a 300 empleados y ha sufrido en los últimos años tres ERE temporales, el último de los cuáles está vigente hasta el 30 de septiembre.
De hecho, desde principios de mayo la planta está parada por falta de demanda y no se prevé que se reactive la producción hasta el 14 de junio, cuando se abrirá una sola línea.