Bolsa, mercados y cotizaciones

Petróleo casi a 100 dólares... ¿Y qué?



    Cuando Goldman Sachs pronosticó en 2005 que el petróleo llegaría a los 100 dólares parecía que se acabaría el mundo si eso ocurría, pero todo lo contrario: ahora que los roza, las bolsas están en zona de máximos históricos y los márgenes empresariales, creciendo.

    El lobo del petróleo a 100 dólares ya casi ha llegado... ¡Pero nadie se ha asustado¡ Bueno, casi, porque algunos sí ven la situación muy tensa: "Si ya estábamos cautos, ahora todavía más", explican desde Mutuactivos, la gestora de Mutua Madrileña. "El mercado no está reflejando los riesgos que supone para la economía estos niveles en los precios del crudo", añaden.

    Pero las bolsas no comparten estos temores. El Ibex 35, el índice de referencia del mercado español, despidió la semana en territorio de máximos, a un puñado de puntos de los 16.000. En Wall Street, pese a las últimas caídas, el récord no está tan lejos, sólo a un 4 por ciento de distancia.

    ¿Por qué este optimismo?

    Según explica Juan Ramón Caridad, director de producto de Atlas Capital, "porque en los últimos años se ha demostrado que la subida de los costes energéticos no influye tanto en los márgenes de las empresas y en el crecimiento económico como en el pasado". Nada que ver, por ejemplo, con una de las últimas escaladas bruscas del petróleo, la de 1990. Entonces, en apenas unos meses, el barril Brent pasó de 15,5 dólares a 45 en unos meses y los efectos fueron dramáticos: el PIB pasó de crecer en el primer trimestre un 4 por ciento a entrar en recesión en el segundo semestre. En las bolsas, el índice Dow Jones se desplomó un 20 por ciento en apenas unas sesiones.

    ¿Por qué ahora no ocurre lo mismo? Anton Brender, economista jefe de Dexia, encuentra una explicación: "Desde que en 2004 empezó el ciclo alcista del petróleo, según subía las familias de EEUU se endeudaban más, con lo que el incremento de precios apenas se trasladaba al consumo".

    Las dos caras de China

    Otra explicación a la bonanza aparente es que estos máximos del petróleo son coetáneos de unas intensas presiones deflacionistas provenientes de los mercados emergentes. Sobre todo, de Asia, con China a la cabeza, que actúa como una especie de Dr. Jekill y Mr. Hyde: por un lado, su brutal demanda de crudo encarece las materias primas -en 2006 el área Asia Pacífico fue la que más crudo consumió, un 29,5 por ciento del total, más que Norteamérica-; pero, por otra parte, los bajos costes a los que producen hacen que las empresas de Europa y EEUU se vean obligadas a no transmitir los mayores costes al consumidor final para poder competir, lo cual permite que la inflación no se desboque.

    "Pero esta tendencia ya está cambiando", recuerdan desde Mutuactivos. En su opinión, "los salarios en Asia están empezando a subir y eso repercutirá en la inflación. Esto se refleja en el último comunicado de la Reserva Federal, que cambió su sesgo de un riesgo de menor crecimiento a balanceado entre crecimiento e inflación". Caridad cree que Asia se sigue guardando un as en la manga: "Si aumentan los costes, las autoridades, sobre todo en China, puden jugar con las divisas para proteger las exportaciones".

    Entre los argumentos para la cautela, Anton Brender, de Dexia, apunta uno muy interesante: "Antes del último salto del petróleo de 70 a 95 dólares, los márgenes de refino -el coste de transformar crudo en gasolina para los coches- subieron y encarecieron la gasolina, lo que afectó al consumidor y llegó la ralentización. Pero mientras se ha producido el último avance, el coste del refino se ha estabilizado y el consumo se ha recuperado. El problema ahora es que si vuelve a subir, las familias no lo podrán compensar con deuda por la crisis de crédito provocada por las subprime. El consumo sufrirá si los precios del crudo siguen disparados", dice.

    Y aquí aparece de nuevo el banco de inversión Goldman Sachs, que no descarta que el petróleo rebase los 100, pero ahora no cree que vaya mucho más allá, "aunque no vemos caídas significas hasta pasar el invierno", dice.