Bolsa, mercados y cotizaciones

Las materias primas frenan a las bolsas



    El esperanzador dato de empleo anunciado el viernes en Estados Unidos calmó el pesimismo que se estaba adueñando de los parqués internacionales. Sin embargo, no fue suficiente para el Ibex 35, que encadenó su quinto descenso consecutivo y despidió la semana como el peor índice entre los principales de Europa, con una caída acumulada del 2,5%.

    Pudo ser peor. Las bolsas mundiales han acumulado descensos semanales comprendidos entre el 0,5 y el 3 por ciento; el euro ha sufrido su mayor caída desde enero; el petróleo y el oro han registrado sus descensos más acusados desde diciembre de 2008, casi nada en comparación con los de la plata, que no encuentran precedente hasta los años 70 del pasado siglo... Pero, con todo, pudo ser peor. Mucho peor. Y lo hubiera sido si los datos de empleo conocidos ayer en Estados Unidos no hubieran aplacado el desorbitado pesimismo que se había apoderado de los mercados en las últimas sesiones, unos recelos que, precisamente, habían partido del temor a que la recuperación estadounidense -y, por extensión, la mundial- se estuviera desinflando. Por eso tenía que ser EEUU el que reconstituyera el ánimo. Y así fue.

    Una sensación de alivio recorrió los parqués mundiales cuando, el viernes, a las 14.30 horas, el Departamento de Trabajo anunció que en abril se crearon 244.000 empleos, por encima de los 185.000 previstos y la cifra más alta desde mayo de 2010.

    Aunque este esperanzador dato no bastó para contrarrestar las fuertes correcciones registradas en las sesiones previas, en las que el descalabro de las materias primas se trasladó a las bolsas, sí contuvo la hemorragia bajista y maquilló los saldos semanales. Las cifras enviadas por el mercado laboral norteamericano sentaron de maravilla. Principalmente en Wall Street, donde la desconfianza se estaba abriendo camino a pasos agigantados ante el temor a que la reactivación estuviera flaqueando de nuevo.

    El viernes, tanto el Dow Jones como el S&P 500 se anotaron avances que aunque no llegaron al 1 por ciento, minimizó las pérdidas semanales a una horquilla comprendida entre el 0,5 y el 1 por ciento. El ánimo comprador regresó también a los parqués europeos. El Dax alemán sumó un 1,5 por ciento y el Cac 40 francés, un 1,3 por ciento, avances con los que sus retrocesos semanales se redujeron al 0,3 y el 1,2 por ciento, respectivamente.

    El Ibex se descuelga

    El que no halló resuello suficiente para remontar fue el Ibex 35 español. Una vez más, demostró que cuando las cosas vienen mal dadas en el mercado, se sitúa entre los que más sufren, del mismo que cuando el aspecto general mejora, se destapa como el más alcista. El viernes cedió un 0,16 por ciento, hasta los 10.610,5 puntos, y en el conjunto de la semana ha cedido un 2,5 por ciento, su peor resultado en un mes, tras haber cerrado en negativo las cinco últimas jornadas.

    Como trasfondo, el preocupante Informe económico difundido por el Banco de España, en el que constata la anémica recuperación de la economía y el elevado riesgo de contagio al que se enfrenta con respecto a la crisis de la deuda periférica. Y, sobre todo, la debilidad que ha acompañado a los pesos pesados del índice español. En el conjunto de la semana, Telefónica ha cedido un 5,4 por ciento; Santander, un 3,9 por ciento; Repsol, un 3,7 por ciento; y BBVA, un 2,5 por ciento. Demasiado lastre para un índice en el que la ponderación conjunta de esos valores equivale al 55 por ciento del indicador.

    La inestabilidad también ha hecho mella en la prima de riesgo, medida por la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años. Después de que el martes llegara a situarse por debajo de los 200 puntos básicos -ó 2 puntos porcentuales- por vez primera en 13 sesiones y el miércoles se relajara hasta los 196 puntos, finalmente despidió la semana en los 207 puntos básicos.

    El dólar es la clave

    La mayor parte de lo acontecido esta semana en los mercados ha tenido principio y final en EEUU. Y el resto lo puso, sobre todo, el Banco Central Europeo (BCE), quien corrigió las expectativas del mercado al no preparar el terreno para subir los tipos de interés en junio. Esta decisión deparó una de la peores noticias que pueden recibir los activos con riesgo: la subida del dólar. Actualmente, la correlación imperante en el mercado consiste en que las bolsas y las materias primas suben cuando el billete verde cae; y al revés. Y como esta semana el dólar se ha apreciado un 2 por ciento contra el euro, hasta los 1,45 dólares, todo lo demás ha sufrido. En especial, las materias primas. El petróleo ha caído un 10 por ciento y el oro, un 5 por ciento, sus mayores descensos semanales desde 2008.