Bolsa, mercados y cotizaciones

"Probablemente, ya se ha visto lo peor de la crisis: las bolsas aún gozarán de un escenario propicio"

    José Luis Martínez Campuzano, estratega en España del banco de inversión estadounidense Citi. <i>Foto: Archivo</i>


    Habla con calma, aunque es muy consciente de que la situación de los mercados dista de ser así. Pero asume que no vale la pena caer en estridencias. Al fin y al cabo, el panorama actual ya se está encargando de generar la suficiente confusión. Él lo sabe, porque lo sufre todos los días.

    José Luis Martínez Campuzano, estratega en España del banco de inversión estadounidense Citi, es una de esas personas que parece poseer el don de la ubicuidad. Analista prolífico, está al corriente de cuanto acontece en el mundo económico y financiero. Ahora, aunque reconoce que "hace falta más información", su voz ayuda a esclarecer el panorama.

    Crisis de liquidez, de confianza, hipotecaria... ¿Cómo se puede definir la inestabilidad financiera actual?

    Se trata de unos problemas iniciados en las hipotecas de alto riesgo -subprime- en EEUU, que se han traducido simultáneamente en una revaluación de las primas de riesgo y, a su vez, esto ha conducido a una fuerte crisis de liquidez en algunos mercados, como el de crédito y el interbancario. Al final es una situación nueva, muy difícil de comparar con otras anteriores y de consecuencias ciertamente imprevisibles, aunque pensamos que tendrán un impacto muy limitado en la economía. Pero hay que reconocer que el escenario es lo suficientemente incierto como para que cualquier previsión no sea tan fiable como las manejadas en los últimos años.

    ¿Se podría hablar entonces de un cambio de ciclo?

    Es probable que estemos entrando en una nueva fase para el crecimiento mundial. Hemos asistido a una etapa caracterizada por un crecimiento fuerte, poco volátil, con una inflación relativamente baja. Y esa escasa inestabilidad de las condiciones económicas ha apoyado un fuerte crecimiento en los mercados financieros. En cambio, ahora hemos entrado en una nueva fase con un crecimiento más inestable y unos riesgos inflacionistas crecientes. Además, las incertidumbres derivadas de esa estrechez en los mercados de crédito puede redundar en una mayor inestabilidad de los mercados y, por tanto, en un mayor riesgo.

    ¿Hay que tener miedo?

    Se ha producido una anomalía importante, y es que algunos mercados han dejado de funcionar. Existe el riesgo de que si esa anormalidad no se soluciona lo antes posible se puede trasladar hasta provocar una crisis importante que afecta a las empresas y las familias, de ahí el acierto de los bancos centrales al actuar de una forma tan rápida y contundente a la hora de gestionar la liquidez para evitar que los problemas se agravaran.

    ¿Qué hace falta para que la tensión de los mercados se relaje?

    La desconfianza de los mercados se irá solucionado a medida que vayamos conociendo más datos, ya que la crisis se ha debido en parte a la falta de transparencia. La situación es grave, pero cada vez menos por los indicios que vamos teniendo. Los mercados están retornando poco a poco a la tranquilidad. Aún no hemos vuelto a la normalidad, pero probablemente ya hemos visto lo peor de la crisis.

    ¿Le sorprende la fortaleza de las bolsas?

    No es una crisis de bolsas, sino de otros mercados en los que probablemente ha habido un exceso complacencia. En mi opinión las bolsas están bien valoradas, y el escenario para los próximos 12 meses va a seguir siendo propicio para los parqués. Dicho esto, que los índices se hayan acercado a máximos ahora es llamativo, y no descarto correcciones a corto plazo, que aún deberían ser vistas como oportunidades de entrada. Eso sí, poco a poco nos acercamos a un ciclo demasiado maduro para las bolsas.

    ¿Qué cabe esperar de los bancos centrales?

    El recorte de los tipos de interés que llevó a cabo la Reserva Federal (Fed) en septiembre fue preventivo. Procuró evitar que los problemas fueran a más, pero en mi opinión va a tener que seguir bajando los tipos, entre un cuarto y medio punto adicional, para neutralizar ese riesgo. En cuanto al Banco Central Europeo (BCE), no pensamos que las condiciones vayan a ser propicias para que suba los tipos, por lo que consideramos que van a permanecer en el 4 por ciento en los próximos doce meses.

    ¿Puede traducirse esto en un frenazo del euribor?

    Es evidente. Sobre el euribor ha pesado últimamente la restricción de liquidez en el mercado interbancario. Lo que ha mantenido alto al euribor ha sido la incertidumbre, y en la medida en que ésta desaparezca no deberíamos acercar a un nivel entre el 4,2 y el 4,25 por ciento.

    ¿Cómo ve al euro y el petróleo? ¿Pueden seguir escalando?

    Aunque no es descartable que el crudo pueda subir aún más a corto plazo, a medio plazo debería moverse entre los 60 y los 70 dólares. En cuanto al euro, creemos que el dólar puede caer algo más en los próximos meses y moverse en un escenario comprendido entre los 1,44 y los 1,45 dólares.