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Penitencia para EEUU... S&P amenaza con bajar su nota crediticia 20 años después



    La descoordinación en el Congreso entre demócratas y republicanos para poner en orden las cuentas del país terminó por provocar que ayer la agencia de calificación Standard & Poor´s rebajase la perspectiva sobre la deuda de EEUU a "negativa" desde "estable" (nota que ostenta desde 1991).

    Es la primera en tomar una medida formal, pero el país ya había recibido varias advertencias: Moody's -que dio la máxima calificación crediticia a EEUU en 1961- ya avisó en agosto de que esta nación estaría entre los países con riesgo de perder su triple A.

    El analista de S&P, Nikola G. Swann, explicó que "más de dos años después desde el comienzo de la crisis, los políticos estadounidenses no han conseguido cambiar el curso del deterioro fiscal de los últimos meses ni poner sobre la mesa las presiones fiscales a largo plazo" a las que se enfrenta el país. Swann advirtió un 33% de probabilidad de que el rating estadounidense sufra una rebaja de calificación en los próximos dos años. En este sentido, el informe de la agencia de calificación apuntó que "hay un riesgo real de que los responsables políticos estadounidenses no lleguen a un acuerdo sobre la forma de solucionar los problemas presupuestarios a mediano y largo plazo de aquí a 2013". Si para entonces el Capitolio no pone soluciones palpables sobre la mesa "el perfil de riesgo de Estados Unidos considerablemente más débil, comparado con el de otros países AAA".

    La reacción del gobierno de EEUU no se hizo esperar. En un comunicado emitido por el Departamento del Tesoro, se dijo que " la perspectiva negativa de S&P subestima la capacidad de los líderes de EEUU". Por su parte, Austan Goolsbee, presidente del Consejo Económico de la Casa Blanca, dijo a la CNBC: "S&P ha tomado una decisión política que no compartimos y parece que otras agencias como Moody´s tampoco lo hacen".

    Steven Major, director de renta fija en HSBC, reconoció a elEconomista que "esto podría ser una llamada de atención para el Congreso" pero matizó que "EEUU nunca llegará a ser víctima de un impago, es un país soberano real que puede imprimir dinero", mientras que puso de manifiesto que "toda la atención relativa a los bonos del Tesoro de EEUU debería estar puesta en la posible inflación y los tipos de cambio pero no en el déficit presupuestario o en la deuda del país".

    Reviviendo las caídas de marzo

    El toque de atención de S&P tuvo un pesimista eco bursátil. El Dow Jones abrió a la baja, cediendo un 1,70% a media sesión. Los valores más penalizados fueron los procedentes de sectores ligados al crecimiento económico, como el industrial o la tecnología. El más castigado fue Caterpillar, que se desplomó un 4%. Le siguieron Bank of America y Alcoa, ambos con retrocesos en torno al 3,5%. Además, la entidad bancaria marcó un nuevo mínimo anual, en los 12,36 dólares (ver gráfico).

    El resto de índices americanos acompañaron al Dow Jones en su descenso. A media sesión, el Nasdaq se dejaba en torno al 1,75%, y el S&P500 cedía alrededor del 1,60%. En los tres casos, se trata de la mayor caída desde el 16 de marzo, cuando la alarma nuclear empezó a agravarse en Japón.