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¿Cuándo arrojará la toalla? Los bonos lusos a cinco años rinden más del 10%



    No va más. La situación que está atravesando Portugal en los mercados financieros roza ya el masoquismo. La deuda lusa recibe cada día un castigo tras otro de manos de los inversores. El de hoy dejó su huella principalmente en los bonos a cinco años, cuyo rendimiento se disparó por encima del 10 por ciento. Repuntó, en concreto, del 9,91 al 10,14 por ciento, un nivel que no se veía desde los tiempos previos al nacimiento de la Europa del euro. Hace casi un año, un movimiento similar doblegó a las autoridades griegas, que pidieron ayuda financiera a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) cuando vieron que la rentabilidad de sus bonos a tres años rebasó el 10 por ciento.

    Los expertos dan por hecho que éste será también el destino de Portugal. Y más si continúa recibiendo azotes por parte de las agencias de calificación. Hoy fue Moody's la que redujo la nota crediticia lusa. La recortó en un escalón, desde A3 hasta Baa1. Fue la tercera rebaja que sufre en la última semana, tras las ejecutadas por Standard & Poor's el 29 de marzo (desde BBB hasta BBB-) y Fitch el 1 de abril (desde A- hasta BBB-). Moody's justificó el tijeretazo del rating "por el aumento de las incertidumbres po- líticas, presupuestarias y económicas", según precisó en un comunicado. Es más, esta realidad, acentuada por la crisis interna que sufre el país tras la dimisión del primer ministro José Sócrates el pasado 23 de marzo, provocó que la agencia mantuviera una perspectiva "negativa" sobre la deuda portuguesa, con lo que dejó abierta la puerta a nuevos recortes en el futuro.

    Riesgo en máximos

    Este descenso de calificación, el undécimo que encaja Portugal en los dos últimos años, alentó una nueva ración de ventas de la deuda lusa, con el consiguiente repunte de los rendimientos, que suben cuando el precio de los títulos baja. Junto a la de los bonos a cinco años, la rentabilidad de los títulos a una década subió con fuerza. Pasó del 8,59 al 8,76 por ciento. A su vez, este salto repercutió en que la prima de riesgo, es decir, el interés adicional que exigen los inversores a los bonos portugueses sobre los alemanes a 10 años, creciera de los 522 a los 537 puntos básicos -ó 5,37 puntos porcentuales-, la brecha más alta desde que existe el euro.

    Y aún hubo tiempo para otro hito. El seguro contra el riesgo de impago (CDS) de la deuda lusa subió de los 578 a los 585 puntos básicos. Con este avance, desbancó del pódium mundial del riesgo a Irlanda -ver gráfico-, toda una demostración de la creciente desconfianza que envuelve a Portugal. Es más, el mercado comienza a mirar con mejores ojos a Dublín que a Lisboa. "Irlanda está un par de pasos por delante en comparación con Portugal", aseguró Ioannis Sokos, estratega de renta fija de BNP Paribas, en declaraciones a Bloomberg.

    No es para menos, puesto que la situación comienza a ser tan desesperada que, según publicó el rotativo luso Jornal de Negocios, los principales bancos portugueses han decidido no financiar al Estado para evitar una "sobreexposición" a la deuda pública. Según el diario, los banqueros se reunieron el lunes con el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, y le mostraron su deseo de que el país pida en los próximos días a la Comisión Europea un crédito de 15.000 millones de euros para afrontar sus próximos vencimientos antes de las elecciones legislativas anticipadas, previstas para el 5 de junio.

    ...Y mañana emite letras

    Con la tensión al límite, el Instituto de Gestión de Tesorería y Crédito Público de Portugal saldrá mañana al mercado para intentar captar entre 750 millones y 1.000 millones en una emisión de letras a 6 y 12 meses. En los últimos precedentes, se subastaron con un rendimiento del 2,98 y el 4,33 por ciento, respectivamente.