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La plantilla de Cacaolat mantiene protestas contra mala gestión de la empresa
En la planta de Barcelona y en la de Parets del Vallès (Barcelona), los trabajadores presentes han culpado de nuevo de la situación a la familia empresarial Ruiz Mateos, propietaria del grupo Nueva Rumasa, y aseguran que Cacaolat sería viable con una buena gestión empresarial.
Las concentraciones proseguirán mañana en la plaza Sant Jaume de Barcelona, donde los trabajadores repartirán productos de Cacaolat para "pedir el respaldo de la sociedad catalana y que no se olviden de los trabajadores" de una marca que goza de gran popularidad en Cataluña.
Las protestas, que suceden a las de días atrás en Cataluña y Madrid, llegan una semana después del concurso voluntario de acreedores para Cacaolat, presentado en los juzgados de Barcelona.
Los miembros del comité de empresa consultados por Efe han asegurado que durante esta semana no han recibido más detalles de la suspensión de pagos, pero que se mantienen los retrasos en el pago de las nóminas de febrero, que podría afectar todavía a la mitad de la plantilla catalana.
Por contra, los empleados sostienen que esta semana ha mejorado el aprovisionamiento por parte de otras empresas del grupo Nueva Rumasa y que la producción ha aumentado hasta casi alcanzar los niveles habituales.
Cacaolat cuenta con una plantilla de 500 trabajadores, 400 en las dos plantas que tiene en Cataluña y otro centenar en Zaragoza, zona donde se encuentran la mayoría de ganaderos proveedores del fabricante catalán.
La marca catalana fue adquirida en el año 2007 a Parmalat España por Nueva Rumasa en el mismo paquete en el que compró otras empresas de alimentación del grupo italiano en nuestro país, entre ellas Clesa, por un total de 188 millones.