Bolsa, mercados y cotizaciones
¿Caídas a la vista? La renta variable de EEUU se comporta como en 2000 y 2007
Si ayer se hablaba del síndrome de Dorothy en el Mago de Oz, el hedge fund Comstock Partners habla hoy de negación absoluta. De un tiempo a esta parte, la renta variable de Estados Unidos ha decidido ignorar completamente cualquier atisbo de la más mínima negatividad, bien sea por catástrofes naturales o por acciones bélicas en Libia.
Para los inversores y traders lo importante ahora es el fortalecimiento de la recuperación, es decir, la columna vertebral que apoya esta tendencia alcista. Cierto es que el PIB de EEUU creció finalmente un 3,1% en el último trimestre de 2010, pero también lo es que los consumidores no parecen muy optimistas a juzgar por el dato publicado hoy por la Universidad de Michigan, peor de lo previsto.
Así, y bajo estas circunstancias, desde Comstock Partners advierten de que el comportamiento del S&P 500 puede estar indicando el comienzo de una temporada bajista. Los osos quieren volver a pulular por el parqué neoyorquino.
El S&P 500 tocó máximos hace cinco semanas y alcanzó los 1.344 puntos para luego ceder un 7,1%. Desde entonces ha recuperado ya un 4,6% en un rebote que el hedge fund califica como "anémico".
Como si de un estado de shock se tratase, los mercados bajistas se caracterizan por distintas fases psicológicas: negación, preocupación y capitulación. En estos momentos, dicen desde Comstock Partners, nos encontramos en plena etapa de negación. Durante este periodo los inversores aprovechan cualquier caída para mantener el entusiasmo y comprar barato mientras los fundamentales continúan siendo percibidos como "positivos".
"Los problemas en Europa podrían contagiarse a España y más allá, en Oriente Medio las crisis son siempre cuestión de tiempo y China intenta reducir la inflación sin desatar una deceleración, algo con pocas probabilidades de éxito", indican desde el hedge fund.
Por supuesto, tampoco hay que olvidar que el Quantitative Easing 2 de la Reserva Federal, que inyecta 3.500 millones de dólares a la semana en la economía. Y es que esta respiración asistida termina el 30 de junio y tiene pocas probabilidades de extenderse.
Así, y con todas las cartas sobre la mesa, algunos afirman que se repite el mismo comportamiento que en el año 2000 siguió a la explosión de la burbuja puntocom y en el 2007 al truculento azote de las subprime.