Bolsa, mercados y cotizaciones

SOS, BME y Sacyr son los valores indultados en la Falla de 'elEconomista'



    Ya nos gustaría poder estar de resaca, pero el mercado no está para muchas fiestas. La crisis nuclear de Japón y el conflicto en Libia no nos ha dejado disfrutar, como otras veces, de una de las tradicionales fiestas españolas: las Fallas. Una celebración a la que elEconomista acude de forma simbólica año tras año plantando sus particulares ninots. Es decir, aquellas compañías que este periódico les propone echar a la hoguera por tener una recomendación de venta, no tener potencial o, bien, no ser seguidas por suficientes analistas. Pero en la fiesta valenciana, no todo termina convirtiéndose en cenizas y aquí tampoco. SOS, BME y Sacyr fueron los tres indultados que evitaron las llamas al recibir una segunda oportunidad.

    Los lectores de elEconomista.es lo han tenido más difícil que nunca puesto que tenían que decidir a quién salvar de las llamas entre un total de 48 valores. Hasta ahora, la Falla más concurrida. En esta ocasión, SOS fue el valor que mejor evitó las llamas al recibir el 14,7% de los votos. El grupo de alimentación ya sabe lo que es formar parte de la falla de elEconomista y en esta edición su presencia estaba más que asegurada al cotizar por encima de su precio objetivo y al tener una contundente recomendación de venta.

    Sin embargo, el hecho de que los expertos estimen que SOS saldrá de los números rojos este año y que recortará más de un 25 por ciento su deuda la ha podido hacer merecedora de tal galardón.

    BME se coló en la Falla naranja al no tener portencial pero los lectores han sabido valorar que haya sido capaz de conservar la caja en medio de este escenario y han salvado a la compañía con un 10,85% de los votos. Así, según las previsiones del consenso de mercado de FactSet, BME podría alcanzar una caja de 320 millones de euros al término del ejercicio. Además, la compañía pertenece a uno de los ámbitos donde se están produciendo mayores bailes corporativos. Y aunque , por el momento, la compañía no se ha beneficiado de ellos, el grupo de principales accionistas considera que estudiarán una fusión si la acción llega a los 30 euros.

    El último de los ninots que evitó las llamas fue Sacyr. La constructora es uno de los valores que más está repuntando en el año, después de las elevadas pérdidas que acumuló en 2010. Su excesivo apalancamiento es una de las cuestiones que más penaliza a la compañía, pero su recomendación de compra y las positivas previsiones de resultados para este año han animado a los partidarios del valor. Y es que la media de analistas que sigue al valor prevén que Sacyr pueda alcanzar 182 millones de euros, frente a los 141 millones de 2010, y que aumente su beneficio bruto hasta los casi 600 millones de euros.