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Economía/OMC.- La UE y EEUU llevan a China ante la OMC por los aranceles sobre las piezas de coches
BRUSELAS, 30 (EUROPA PRESS)
La Unión Europea y Estados Unidos solicitaron hoy a China consultas formales ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre los aranceles que Pekín impone sobre de piezas de coches, al considerar que bloquean de forma injusta las importaciones de los fabricantes europeos y norteamericanos.
La UE cree que China podría estar vulnerando las normas comerciales internacionales al imponer a las piezas de coche que superan el 60% del valor del final del vehículo la misma tarifa que a un coche terminado, que es mucho más elevada que la de las partes por separado (25% en lugar del 10%).
Pekín tiene ahora 10 días para responder a esta solicitud de consultas, y 30 días para iniciar las conversaciones. Si la disputa no se resuelve en un plazo de 60 días mediante el diálogo, las partes tienen la posibilidad de pedir un arbitraje a la OMC.
El comisario de Comercio, Peter Mandelson, destacó que las consultas en la OMC permitirán "aclarar las cuestiones legales y encontrar una solución mutuamente satisfactoria". "Mi preferencia y mi intención es buscar una solución amistosa a este problema", subrayó.
La UE planteó por primera vez la cuestión de los aranceles sobre las piezas en 2004. Asimismo, pidió formalmente a las autoridades de Pekín que tomaran medidas para resolver el problema en la reunión UE-China que se celebró en octubre de 2005.
Aunque China reconoce la gravedad del problema para los Veinticinco, de momento no ha dado "suficientes garantías" de que está haciendo algo al respecto. El Ejecutivo comunitario califica no obstante las consultas ante la OMC como "problema rutinario" en las relaciones comerciales entre la UE y China y recuerda que ha planteado casos similares respecto a India, Canadá o Indonesia.
La UE considera que, al aplicar a las piezas que superen el 60% del valor del vehículo la misma tarifa que a un coche completo, China vulnera las reglas de la OMC porque obliga a los fabricantes a fabricar al menos un 40% de sus piezas en China. Esta práctica podría constituir un impuesto interior sobre bienes importados, porque los aranceles se aplican sobre un producto final construido con piezas importadas y no se aplican las mismas tasas a los coches producidos con piezas locales.
Esto representa un problema para los productores de la UE instalados en China, que no pueden importar piezas de sus propias fábricas en Europa sin pagar tarifas "injustas". La UE tiene entre el 20 y el 25% de su mercado de producción de coches en China.
Pekín argumenta que estas medidas tienen como objetivo impedir la importación de coches enteros por piezas para evitar las tarifas más altas que se aplican a los vehículos finalizados. No obstante, Bruselas recuerda que la OMC ha dictaminado en el pasado que el objetivo de las medidas no justifica su forma, y en este caso parecen incompatibles con la OMC. Según la Comisión, cuando entró en la OMC, China se comprometió a no tratar las piezas como coches completos.