Bolsa, mercados y cotizaciones
Como en 2008: Trichet desafía la crisis al anticipar un alza de los tipos en abril
Pim. "Los riesgos sobre la evolución de los precios son alcistas". Pam. "La política monetaria actual es muy acomodativa". Pum. "Una fuerte vigilancia está garantizada para contener las presiones alcistas sobre la estabilidad de los precios". Tres mensajes. Tres afirmaciones. Aunque parecieron tres golpes, secos, duros, en la mandíbula. Los lanzó hoy al mediodía el Banco Central Europeo (BCE) a través de su presidente, Jean-Claude Trichet. Tres ideas que desembocaron en una única conclusión: la institución está dispuesta a subir los tipos de interés tan pronto como en la siguiente reunión. Esto es, el 7 de abril.
¿Seguro? "No es seguro, pero sí posible", reconoció Trichet en la rueda de prensa posterior a la reunión en la que el BCE mantuvo el precio del dinero en el 1 por ciento. ¿Entonces, los subirá o no? Los precedentes dicen que sí, que los elevará hasta el 1,25 por ciento.
Esas palabras también las empleó, textualmente, en junio de 2008, momento en que anticipó igualmente que la entidad ejercería una "fuerte vigilancia" sobre los precios, el salvoconducto que emplea para anticipar un repunte inminente de los tipos. Y un mes después cumplió su palabra. En julio elevó los intereses un cuarto de punto, hasta el 4,25 por ciento. Tres años después, la historia vuelve a repetirse. Y es que el BCE entiende que los tipos ya no son los "apropiados", algo que venía haciendo desde 2009. "Aunque Trichet mencionó que es posible que suban los tipos en abril, en el lenguaje del BCE debería ser interpretado como que es muy posible", sentencian los expertos de Barclays Capital, que dan por hecho el aumento el próximo mes.
El gran error
Sería el primero desde el emprendido en 2008. Pero las coincidencias no terminan ahí. Hace tres años, el BCE desafío la crisis financiera que ya estaba en marcha con un encarecimiento del dinero porque la escalada del petróleo impulsaba la inflación. Es decir, una fotocopia de la situación actual. De ahí la sensación de déjà vu existente. "Se parece demasiado a 2008. Todos lo tenemos en mente", certifica Pablo Guijarro, director de análisis macroeconómico de AFI. "El retorno de 2008: el BCE conmociona a los mercados y anticipa un aumento de los tipos", recuerdan igualmente los expertos de Royal Bank of Scotland en el título de un informe.
¿Por qué conmoción? Porque aquel repunte de hace tres años ha quedado grabado como el que es, posiblemente, el mayor error en la historia del BCE. Y ahora hay miedo que la institución vuelva a equivocarse. "Nos tememos que es demasiado pronto", advierte Pablo Guijarro. "Creemos que cualquier repunte prematuro de los tipos como consecuencia de una inflación impulsada por la energía sería un error en la política del BCE", avisa Marie Diron, experto de Ernst & Young Eurozone Forecast.
Sin olvidar, por supuesto, la crisis de la deuda soberana y financiera que sufre la zona euro. "El BCE está preparando la subida de los tipos demasiado pronto. Debería dar a la economía de la zona euro una mayor oportunidad para conseguir una marcha más sólida. Particularmente, es muy temprana dada que la consolidación fiscal en muchos países afectará a la demanda este año y el que viene", argumentan desde Barclays Capital.
Más crecimiento... e inflación
La entidad, sin embargo, lo tuvo claro hace tres años. Y lo vuelve a tener claro ahora. La inflación aprieta. En enero repuntó al 2,3 por ciento, el nivel más alto desde 2008. Y el mandato explícito de la institución es "mantener los precios por debajo, pero cerca, del 2 por ciento a medio plazo". Ni más ni menos. No hay más objetivos en su punto de mira, razón por la que entiende que debe actuar preventivamente. Como declaró por la tarde uno de los miembros del BCE, el luxemburgués Yves Mersch, "cuando el genio de la inflación sale de la botella, es demasiado tarde".
Junto a este planteamiento, Trichet puede apoyar su posición en un escenario que confirma que la recuperación continúa. El BCE mejoró sus previsiones de crecimiento para 2011. Si hace tres meses pensaba que la zona euro crecería este año entre el 0,7 y el 2,1 por ciento, ahora encuentra que oscilará entre el 1,3 y el 2,1 por ciento. El problema es que también modificó al alza sus pronósticos sobre los precios. En diciembre pensaba que la inflación se movería este año entre el 1,3 y el 2,3 por ciento. Tres meses después la sitúa entre el 2 y el 2,6 por ciento.
Armado con estos pronósticos, el BCE se siente más justificado para endurecer las condiciones monetarias. Sobre todo, para evitar que el repunte de la inflación se traduzca en unos efectos de segunda ronda sobre los sueldos. "El Consejo de Gobierno permanece preparado para actuar del modo y en el tiempo adecuado para asegurar que los riesgos alcistas sobre la estabilidad de los precios a medio plazo no se materializa. Continuar anclando firmemente las expectativas de inflación es la esencia", recogió el comunicado oficial del BCE.
Una dialéctica que el mercado ya conoce de otras ocasiones y con la que destrozó todos los pronósticos. Los más osados fechaban el primer repunte en el tercer trimestre. Pero el BCE ha adelantado el calendario en varios meses. Eso sí, Trichet quiso evitar dramatismos: que nadie espere ni "una gran subida" de los intereses ni el comienzo de "una secuencia de aumentos". Se trata de un repunte. Luego, ya se verá. ¿Y qué ve el mercado? Pues que si se abre la veda en abril, para situar el precio del dinero en el 1,25 por ciento, aún podría dar tiempo a elevarlo en una o dos ocasiones más en lo que restaría del año, hasta el 1,5 ó el 1,75 por ciento.
'Barra libre' y cuentas del BCE
Además de preparar el terreno para incrementar los intereses, el BCE anunció otras decisiones. Así, prolongó la barra libre de financiación bancaria. Mantendrá las operaciones a una semana, mediante las que presta tanto dinero a los bancos como le piden y a un interés fijo hasta mediados de julio. También ha convocado tres nuevas operaciones de financiación a tres meses, con las mismas condiciones que las de una semana, para los días 27 de abril, 25 de mayo y 29 de junio.
Además, el BCE anunció que en 2010 tuvo un beneficio neto de 1.334 millones de euros, un 39,8 por ciento menos que en 2009. También difundió que Trichet cobró un salario de 367.863 euros, lo que supone un incremento del 2 por ciento con respecto a 2009, un aumento ligeramente por debajo del 2,2 por ciento registrado por los precios de la zona euro en 2010.