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Gescartera.- La mujer de Camacho dice que se enteró de la situación financiera de Gescartera por la prensa
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
La mujer del cerebro de Gescartera, Laura García Morey, declaró hoy a preguntas del fiscal, Vicente González Mota, que se enteró de la situación financiera de Gescartera "por la prensa" días después de la intervención de la firma por la CNMV el 14 de junio de 2001. "Es una locura que yo supiera donde estaba el dinero", afirmó Morey, quien sí confirmó que Antonio Camacho le comentó que había dinero "fuera", sin determinar dónde.
La Fiscalía acusa a García Morey de un presunto delito de apropiación indebida y pide para ella sies años de cárcel por el escándalo financiero descubierto en 2001 que afectó a 4.000 inversores por un desajuste patrimonial que alcanzó los 52 millones de euros.
La acusada explicó que entró con 22 años a trabajar en Gescartera como becaria en noviembre de 1997 y fue contratada en enero de 1998. Durante un año estuvo trabajando en labores de comunicación interna para después pasar al departamento de gestión, donde era uno de los empleados que ejecutaban las operaciones de compra venta de acciones vía telefónica bajo las órdenes de Camacho o del responsable del departamento hasta el año 2000, Tomás Robles.
Morey declaró que "nunca" supo que había problemas de liquidez ni que hubiera clientes que actuaban como "prestamistas", ya que desde su departamento sólo se "ejecutaban órdenes" y no tenía acceso ni al saldo ni al volumen total de dinero que manejaba la agencia de valores.
La entonces novia de Camacho explicó que conocía las llamadas operaciones "intradía" y las operaciones cruzadas, que según el fiscal tenían la misma operatividad. El mecanismo de estas operaciones estaba basado en ordenar operaciones de compraventa de acciones en el día (intradía), asignando aparentes ganancias a los clientes y colocando las pérdidas a un testaferro utilizado por Gescartera.
"ENTIENDO QUE FUE ASI".
Morey dudó a la hora de determinar si las órdenes de compra y venta de acciones estaban predeterminadas antes de la apertura de los mercados, pero afirmó que "entendía" que dependían de las "fluctuaciones del mercado". El fiscal le preguntó si los cambios de valoración de las acciones se controlaban en "las pantallas", a lo que la acusada respondió con uno de sus continuos "entiendo que fue así".
"Las que se compraban se vendían a la vez, a la misma hora, al mismo tiempo", afirmó antes de explicar que estas operaciones eran "ciegas", debido a las llamadas "murallas chinas" que existían entre los diferentes departamentos de Gescartera y que impedían compartir la información entre ellos, así como conocer los criterios de asignación de beneficios.
Morey abandonó Gescartera un mes antes de la intervención, en ese momento la agencia de valores contaba con alrededor de 1,2 millones de euros en títulos y 180.000 euros en efectivo. El fiscal le recordó que durante el año 1999 se realizaron 99.000 operaciones de compra de acciones por valor de 361 millones de euros.
La acusada explicó que el día después de que Camacho ingresara en la cárcel acudió a una reunión en el Hotel Villamagna de Madrid junto con el directivo de Gescartera José Marían Ruiz de la Serna y donde se encontró con el empresario hispano-iraní, Masud Zandi, el hermano del comercial Agustín Fernández Ameneiro y el periodista Jesús Carrillo.
"Fue surrealista, me preguntaron donde estaba el dinero y dije que no lo sabía", apuntó. Morey explicó que acudió para enterarse lo que estaba pasando por Ruiz de la Serna, que había pasado el día anterior en el Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional.
Por último, explicó cómo Antonio Camacho le "regaló" 30.000 euros destinados a la ampliación de capital de la sociedad Dacna y Colombo y a su nombramiento como administradora única pasando a tener el 5% de dicha sociedad y quedando el resto en propiedad de Camacho. "Tenía poderes pero nunca firmé nada", matizó.