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Piden calma a clientes de Northern Rock, que hacen cola para retirar ahorros
Londres, 14 sep (EFECOM).- La Asociación Británica de Banca (BBA, en sus siglas en inglés) pidió hoy calma a los clientes del Northern Rock, quienes esta tarde hacían largas colas ante las sucursales de esa entidad en todo el Reino Unido para retirar sus ahorros.
El Northern Rock, quinto banco británico por hipotecas concedidas, se desplomó hoy en la Bolsa de Londres tras convertirse en la primera entidad del Reino Unido en verse obligada a acudir a la reserva de emergencia del Banco de Inglaterra por culpa de la crisis de liquidez en el mercado interbancario.
El banco emisor acordó hoy arrojar ese salvavidas al Northern Rock como "último recurso", después de que éste no lograra obtener la liquidez que necesitaba de otras entidades, que el jueves agotaron en menos de una hora los 4.400 millones de libras (unos 6.400 millones de euros) que inyectó el Banco de Inglaterra para auxiliar al sistema.
"Northern Rock es un banco sólido y seguro y no hay absolutamente ninguna razón para que aquellos que tienen contratada una hipoteca o o con ahorros en esa entidad se preocupen", indicó la Asociación Británica de Banca en un comunicado.
Sin embargo, algunos clientes hicieron hoy cola durante varias horas para retirar sus ahorros, lo que obligó a algunas sucursales a abrir hasta tarde para hacer frente a la demanda.
"Mi confianza se ha destrozado. No pondré un sólo penique de nuevo en esta compañía. Hay un montón de gente mayor que deben estar muy asustadas", dijo a la agencia británica de noticias PA Tony Looch, un ahorrador de 68 años que hizo cola durante casi dos horas en una sucursal de la entidad en Londres.
"Si están cortos de fondos, ¿qué pasa con nuestros fondos?", se preguntaba otro cliente en la puerta de una sucursal del banco en Newcastle (noreste de Inglaterra), precisamente donde tiene su sede central la entidad.
El presidente de Northern Rock, Adam Applegarth, trató también de tranquilizar a sus clientes al asegurar que la falta de liquidez por la que pasa el banco es "un problema temporal" y que el Banco de Inglaterra no hubiera arrojado el salvavidas al grupo si no fuera un negocio que funcionara.
El ministro de Economía, Alistair Darling, indicó, por su parte, que los clientes podían seguir usando sus cuenta y haciendo sus pagos de hipoteca como siempre y aseguró que Northern Rock "será capaz de seguir adelante con sus negocios".
Pero esas llamadas a la calma no sirvieron para evitar que la entidad se desplomase en bolsa, donde los títulos de Northern Rock cayeron un 31,46 por ciento, al ceder 201 peniques hasta los 438.
Otras entidades bancarias se vieron contagiadas por esa tendencia bajista, como Bradford & Bingley, Alliance & Leicester y HBOS, que cayeron un 8 por ciento, un 7 por ciento y un 4 por ciento, respectivamente.
Durante los últimos meses el mercado financiero se ha visto azotado por una crisis causada por las hipotecas de alto riesgo ("subprime") de Estados Unidos -algunos bancos concedieron hipotecas sin la garantía de recuperar un día el dinero- y por el enfriamiento del mercado de la vivienda.
La petición de dinero de emergencia del Northern Rock, que tiene unos 113.000 millones de libras en activos (unos 160.000 millones de euros), podría contagiar a otros bancos británicos y situarlos en un terreno peligroso, según los analistas.
Este tipo de préstamos de emergencia del Banco de Inglaterra tienen una penalización de un punto porcentual, de modo que Northern Rock tendrá que pagar por ese crédito unos intereses del 6,75 por ciento frente al 5,75 por ciento que cuesta el dinero en el Reino Unido desde julio.
Algunos bancos, como el Halifax -acapara una de cada cinco hipotecas en el Reino Unido- o el Abbey -segundo mayor prestamista británico-, han decidido incrementar los intereses de sus hipotecas entre 0,1 ó 0,2 puntos porcentuales para los nuevos clientes.
Los bancos británicos han tenido que acudir al fondo de emergencia en quince ocasiones este año, pero algunas transacciones han intranquilizado al mercado más que otras por la preocupación de que algunas entidades estén escasas de liquidez.
Al final de cada jornada, los bancos británicos tienen que saldar sus transacciones por medio del sistema de compensación.
Es decir, si por ejemplo los préstamos superan las reservas del banco al final del día, éste pide dinero prestado a otra entidad para compensar la diferencia. EFECOM
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