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El Tesoro se expone a pagar un 40% más por los bonos pese a la distensión



    Vuelta al trabajo. Tras un receso de tres semanas, el Tesoro Público retoma hoy la actividad. Lo hace en un entorno incierto, como no podía ser de otra forma en un mercado sometido a la crisis de la deuda soberana, pero menos fiero de lo que se temía a comienzos de semana.

    Las compras de bonos por parte del Banco Central Europeo (BCE) y, sobre todo, los más que aceptables resultados de las emisiones de deuda realizadas por Grecia y Portugal han allanado un camino que el lunes estaba de lo más empinado. Ese día, el rendimiento de los bonos españoles a 10 años escaló hasta el 5,54 por ciento, el mayor desde el año 2000, y la prima de riesgo de España se acercó a los 270 puntos básicos -ó 2,70 puntos porcentuales-.

    Ayer, la rentabilidad se moderó hasta el 5,44 por ciento y el diferencial con respecto a la deuda alemana se estrechó hasta los 240 puntos básicos. Esta relajación se observó en las primas del resto de los periféricos: la de Grecia pasó de 878 a 828 puntos básicos; la de Irlanda, de 566 a 535 puntos básicos; y la de Portugal, de 397 a 371 puntos básicos. Incluso la de Bélgica se frenó esta vez, al caer de los 135 a los 111 puntos básicos.

    Comparaciones odiosas

    En este escenario, el Tesoro sacará al mercado bonos a cinco años, operación con la que se ha propuesto captar entre 2.000 y 3.000 millones de euros. Eso sí, una cosa es que los inversores hayan concedido una tregua en las dos últimas jornadas y otra muy distinta que el organismo emisor lo tenga todo a su favor. Sobre todo, porque la situación indica que las comparaciones volverán a ser odiosas.

    La última vez que subastó títulos a cinco años fue a comienzos de noviembre. Entonces, se adjudicaron con un rendimiento medio del 3,57 por ciento, cuando la rentabilidad de los bonos en el mercado secundario rondaba el 3,3 por ciento. Hoy, los intereses de este papel ascienden al 4,78 por ciento en el mercado secundario, con lo que el Tesoro se expone a que el coste de la emisión crezca en torno a un 40 por ciento con respecto al último precedente.

    La emisión de hoy supondrá el pistoletazo de salida para un año en el que el Tesoro tiene previsto emitir deuda por un valor bruto de 192.000 millones de euros, que se traducirán en una financiación neta de 47.200 millones de euros. En enero celebrará tres subastas adicionales: el martes 18 colocarán letras a 12 y 18 meses; el jueves 20, obligaciones a 10 años; y el martes 25, letras a tres y seis meses.