Bolsa, mercados y cotizaciones
La crisis de deuda infla un 23% el coste de financiación de España en 2010
Al Tesoro Público tampoco le ha tocado la lotería en 2010. Ha sido, sin duda, el ejercicio más complicado al que se ha enfrentado en la historia reciente, una impresión que se ve avalada por los datos. España tiene más capacidad de afrontar su deuda de lo que creen los mercados.
Tomando las 56 emisiones de este año que son comparables con las realizadas en 2009 -porque subastaron el mismo tipo de títulos en el mismo mes-, los costes de financiación han crecido un 23,3%. En dinero, ese incremento se traduce en un encarecimiento de la factura de 588 millones de euros, hasta los 3.110 millones, una cifra equivalente al 0,3% del Producto Interior Bruto (PIB) español.
Es la principal consecuencia de un año que, en realidad, han sido dos en uno. Durante los cuatro primeros meses, el coste de las emisiones se abarató con respecto al mismo periodo del año anterior, con caídas superiores incluso al 50 por ciento en la rentabilidad media de las subastas a tres y seis meses.
Sin embargo, la situación cambió diametralmente a partir de mayo, cuando el recrudecimiento de los problemas de Grecia, rescatada a finales de abril, y su contagio al resto de los periféricos, como España, dispararon la tensión en torno a la deuda soberana europea.
Tras una pequeña tregua estival, las presiones retornaron en el último trimestre del ejercicio, en el que otro eurosocio, Irlanda, fue rescatado. Y de nuevo el efecto dominó se propagó a España.
Estas dos fases de la crisis soberana han dejado una notable huella en la deuda española. Los principales termómetros del riesgo así lo constatan. Para empezar, el rendimiento de las obligaciones a 10 años se encuentra en el 5,47%, frente al 3,98 al que terminó 2009 y casi un punto porcentual por encima de la media registrada desde el nacimiento del euro en 1999, situada en el 4,39%.
A su vez, el repunte de la rentabilidad ha deparado un sustancial incremento de la prima de riesgo, es decir, del interés adicional que exige el mercado a las obligaciones españolas sobre los bunds alemanes. Esta brecha se ha ampliado en 2010 de los 59 a los 252 puntos básicos -ó 2,52 puntos porcentuales-. Como remate, el seguro contra el impago (CDS) de la deuda española también ha subido con fuerza. De los 110 puntos básicos a los que finalizó 2009 ha aumentado hasta los 348 puntos básicos, otro síntoma de la desconfianza imperante durante 2010.
"No necesitará ayuda"
El problema para el Tesoro es que sus dificultades no acaban en 2010, ejercicio en el que ha sacado al mercado deuda por valor de 207.000 millones de euros. En el horizonte 2011 también promete emociones fuertes. Durante el próximo ejercicio, España tiene previsto emitir deuda bruta por valor de 192.000 millones de euros entre letras, bonos y obligaciones y afrontará unos vencimientos próximos a los 120.000 millones de euros, según los últimos datos de la Dirección General del Tesoro y Política Financiera.
Pese al desafío que supone conseguir tanta financiación en un entorno tan tenso como el actual, los expertos mantienen su confianza. "Los soberanos no tendrán problemas para ejecutar sus programas de financiación para 2011.Veremos los precios y los diferenciales que pagan, pero no tendrán problemas para financiarse", aseguraron ayer Arturo Alonso y Demetrio Salorio, expertos de mercados de deuda de Société Générale (SG).
Acompañaron este mensaje con otro: "España no va a necesitar ningún tipo de ayuda". En su opinión, la consolidación fiscal y del sector financiero ayudarán a reducir la desconfianza. Además, los analistas de SG subrayaron que los emisores públicos tendrán a su favor que la liquidez de los inversores en deuda pública podría crecer un 25% gracias a los vencimientos y los cupones de emisiones pasadas, con lo que mantendrán una alta demanda.