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Recuerdan los 25 años de nacionalización de la banca con críticas a la medida
Julián Rodríguez Marín
México, 31 ago (EFECOM).- México recordará mañana el 25 aniversario de la nacionalización de la banca por parte del gobierno de José López Portillo (1976-1982), medida adoptada para frenar la fuga de divisas y que, según algunos analistas, dio pie a dos décadas de estancamiento económico.
Portillo nacionalizó 49 bancos mexicanos en una decisión que es calificada por expertos como "desesperada" y cuyo desenlace final fue la entrega de la banca al capital extranjero en la década de los noventa.
En su último informe de Gobierno el 1 de septiembre de 1982, López Portillo decretó la nacionalización de la banca y el control de cambio de divisas, supuestamente como una medida para frenar la fuga de divisas para el país, que según diversos analistas superó los 30.000 millones de dólares.
El entonces presidente responsabilizó a la banca de promover la fuga de divisas y criticó a los "sacadólares" y en una comparecencia con lágrimas en los ojos declaró: "ya nos saquearon, no nos volverán a saquear".
Durante esos años se había producido un "boom petrolero" con la explotación de los yacimientos de Cantarell que permitieron un crecimiento promedio del 7% del PIB anual y un PIB per cápita del 5% por año.
El derroche en las finanzas públicas, que generó un déficit del 17 por ciento del PIB, y una política de endeudamiento sin límite, que triplicó la deuda externa de unos 20.000 millones de dólares a más de 60.000 millones, dispararon la inflación y provocaron una fuerte devaluación.
El director de la consultora Bursamétrica, Ernesto O'Farril, dijo a Efe que "la nacionalización de la banca y el control de cambios decretados por López Portillo en 1982 fueron el comienzo de un periodo de 20 años de estancamiento de la economía mexicana".
Por su parte, José Fernández Santillán analista político e investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), explicó que esa fue una medida "desesperada" de un gobierno de derecha que vio que los empresarios "se le subieron a las barbas" .
"El de López Portillo fue el primer gobierno de derecha, arrogante y autoritario que permitió que una tecnocracia se apoderara del Estado y que llevó al país a la crisis por sus decisiones equivocadas", indicó Fernández Santillán.
A su vez, el analista político Gilberto Calderón dijo que aunque la nacionalización de la banca correspondía a un espíritu del nacionalismo revolucionario de los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la medida fue un acto de "desesperación de último momento, cuando López Portillo vio que la economía se le iba de las manos".
O'Farril indicó que las empresas se habían endeudado con dólares y muchos de su créditos estaban en los bancos, que pasaban por una situación grave, cercana a la quiebra.
Ante esta situación el Gobierno tenía dos opciones: "aplicar un programa de saneamiento, o nacionalizar, y se tomó ésta última y nefasta decisión", argumentó.
El experto indicó que durante la década de 1970 la banca mexicana había alcanzado un buen nivel de desarrollo tecnológico respecto a los países avanzados, pero diez años después era una banca atrasada y débil.
No obstante, las protestas de los banqueros quedaron acalladas por la entrega de los Bonos de Indemnización Bancaria, por importe de unos 1.200 millones de dólares, más los intereses, que terminaron de pagarse en 1989.
México arrastró una deuda asumida por López Portillo, la cual se renegoció por los denominados Bonos Brady que terminaron de pagarse durante el gobierno de Vicente Fox (2000-2006).
Calderón explicó que la nacionalización fue el último episodio de una política del nacionalismo y el momento de ruptura para el pase a un modelo neoliberal que comenzó con Miguel de la Madrid (1982-1988), "útil en otros países como España pero que a México lo hundió más".
La banca mexicana fue privatizada de nuevo por Carlos Salinas (1998-1994), quien la vendió a dueños de las casas de bolsa, acostumbrados a la inversión especulativa, y quienes llevaron nuevamente a la quiebra a los bancos para venderlos a la banca extranjera.
Actualmente, el 92% de los bancos en México están controlados por grupos financieros extranjeros, entre ellos el español BBVA, propietario de Bancomer. EFECOM
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