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Iberia y British Airways encaran la recta final para su fusión definitiva
Reunidos casi simultáneamente en Londres y en Madrid, los accionistas deberían confirmar el acuerdo suscrito en abril por las aerolíneas británica y española, que recibió en julio el visto bueno de la Comisión Europea.
Cuando se concrete la fusión, en enero de 2011, el nuevo grupo contará con una flota de más de 400 aviones, que transportarán a casi 60 millones de pasajeros anuales a unos 200 destinos en todo el mundo.
"IBERIA (IBLA.MC)pone sobre la mesa su presencia latinoamericana y British Airways su fuerza en el Atlántico Norte, Oriente Medio y Asia", opinó el analista John Strickland, para quien esta fusión permitirá a ambas compañías "alcanzar" a sus dos grandes rivales y actuales líderes europeos, Lufthansa y Air France-KLM.
La operación, que se llevará a cabo mediante canje de acciones, permitirá a las dos empresas mantener su marca y sus operaciones bajo una nueva compañía holding, International Airlines Group (IAG), con un valor actual estimado en unos 6.000 millones de euros (8.000 millones de dólares).
El nuevo grupo, del que British tendrá un 55% del capital e Iberia un 45%, será la segunda compañía aérea europea por capitalización bursátil y la tercera por volumen de negocio.
British Airways e Iberia, que volvieron en octubre a los beneficios tras una racha negativa de casi dos años que les obligó a reducir drásticamente sus costes, esperan ahorrar unos 400 millones de euros (530 millones de dólares) a partir del quinto año de la fusión.
El consejero delegado de British Airways, Willie Walsh, y el presidente de Iberia, Antonio Vázquez, ocuparán los mismos cargos en IAG, que tendrá su sede en la capital española y cotizará en bolsa en Londres y Madrid.
Las dos compañías anunciaron en julio de 2008 su intención de fusionarse, pero las dificultades del sector del transporte aéreo durante la crisis, la evolución de su capitalización bursátil y el plan de pensiones de la compañía complicaron las negociaciones.
Este último problema, que permitía a Iberia anular la fusión, se solucionó en septiembre, cuando Iberia consideró satisfactorio el acuerdo alcanzado por British Airways con los sindicatos y los gestores para financiar un déficit de los fondos de pensiones de sus empleados de 3.700 millones de libras (5.800 millones de dólares, 4.400 millones de euros).
El nuevo grupo "estará mejor preparado para competir con otras grandes aerolíneas y para participar en futuros avances del proceso de consolidación del sector", dijo Antonio Vázquez cuando se firmó el acuerdo.
Porque las ambiciones de este nuevo grupo van más allá. Las dos compañías tienen ya establecida una lista de 12 aerolíneas no identificadas que podrían fusionarse o adquirir total o parcialmente en el futuro. Según la prensa, entre ellas podría figurar la estadounidense American Airlines, con la que Iberia y British Airways pusieron en marcha en octubre un acuerdo para explotar conjuntamente sus vuelos entre Europa y Norteamérica en el marco de la alianza Oneworld.