Bolsa, mercados y cotizaciones

El diferencial con el bono alemán marcó otro récord



    Los mercados necesitan más. Unas palabras de la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, resaltando la estabilidad del Tesoro Público español no fueron suficientes. Sólo con palabras, sin hechos, el castigo sigue su curso.

    Los analistas hablan de un factor especulativo que está disparando el seguro contra impago (CDS, por sus siglas en inglés) y la prima de riesgo que se exige a España. Pero en cualquier caso, lo cierto es que las ventas del viernes llegaron a situar la rentabilidad del bono español a 10 años en el 5,28 por ciento, el nivel más alto desde 2002, aunque luego se apaciguó hasta el 5,17 por ciento.

    A su vez, la tensión a la que se vieron sometidos los títulos provocó que la brecha con el bund alemán llegara a dispararse durante las primeras horas de la mañana alcanzando los 264,2 puntos básicos. Hay que remontarse hasta 1996 para encontrarlo en niveles similares. Por la tarde se moderó hasta los 247 puntos básicos. Un respiro, aunque esta diferencia prácticamente quintuplica la existente a finales de 2009 y multiplica casi por 10 la media registrada desde el nacimiento oficial del euro en 1999.

    El peor entorno para emitir

    Esta distensión del última hora no se apreció, sin embargo, en los seguros contra el impago de deuda, los instrumentos que los inversores emplean para protegerse en el caso de que el Estado no pueda hacer frente al pago. Estos activos se revalorizaron un 7 por ciento respecto a la jornada anterior, colocándose, en 323,37 puntos básicos. Este repunte, que constituye un nuevo máximo histórico, le afianza como el octavo más alto del mundo.

    En este entorno, y pese a las optimistas previsiones de Elena Salgado acerca de la credibilidad que inspira la deuda española entre los inversores, el Tesoro afrontará un duro examen en la emisión de bonos a tres años que tiene programada para el próximo jueves. En la última subasta de este tipo de títulos, que se celebró en octubre, se adjudicaron con un rendimiento medio del 2,52 por ciento.

    En ese momento, su rentabilidad en el mercado secundario se encontraba en el 2,57 por ciento. Dos meses después, esta cifra se ha disparado hasta el 3,87 por ciento, con lo que los costes de financiación podría sufrir un incremento que rondará el 50 por ciento.

    Tras esta emisión, el organismo emisor terminará el año con tres emisiones más. El 14 de diciembre subastará letras a 12 y 18 meses; dos días después lanzará obligaciones a 10 y 15 años; y concluirá el año con una adjudicación de títulos a tres y seis meses el 21 de julio.