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Encontrar un fontanero polaco en Varsovia no es broma
VARSOVIA (Reuters) - En Europa occidental, el fontanero polaco se ha convertido en el cliché del inmigrante mal pagado que se ha beneficiado de la expansión de la Unión Europea hacia el este. En Polonia, no es un chiste.
Adrian Wisniewski administra una pequeña firma de reparaciones de edificios en Varsovia, cuando puede dar obreros.
Polonia, que tiene la mayor economía de Europa central, estima que desde que el país de 38 millones de habitantes se convirtió en un miembro de la UE en 2004 han emigrado cerca de 1,5 millones de trabajadores. La mayoría de ellos se ha ido a Reino Unido e Irlanda.
Oficialmente, el país todavía tiene uno de los mayores índices de desempleo en Europa, un 12 por ciento de acuerdo con las cifras oficiales, pero eso esconde el verdadero panorama para las empresas, necesitadas de trabajadores.
CONSTRUCTORES PREOCUPADOS
Krzysztof Radojewski, un analista del banco BRE, estima que al sector le faltan entre 150.000 y 200.000 trabajadores.
La falta de mano de obra está llevando a que las compañías busquen en el extranjero, pero los trabajadores de las vecinas Ucrania y Bielorrusia prefieren ir a la pujante Rusia, donde los salarios son similares. Eso significa acudir a Turquía, Asia central o incluso más lejos.
Pero una reciente encuesta de opinión sugirió que la esperanza puede ser equívoca. Un poco más de la mitad de los que se han ido a Reino Unido dijeron que planeaban llevarse a sus familias, y no regresar a casa. Muchos de los restantes no dijeron que querían regresar, sólo que todavía debían decidirse.