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La Fed y la Noche de los Muertos Vivientes: Bernanke es un zombie
El veterano inversor Jeremy Grantham, presidente de GMO, ha vuelto a la carga en su último boletín, titulado "Night of the Living Fed" (en referencia a la película Night of the Living Dead, la Noche de los Muertos Vivientes). Grantham es conocido por sus críticas a los planes de rescate, pero la dureza de su lenguaje ha ido más allá en su última pieza.
Something unbelievably terrifying (algo increíblemente aterrador) es el subtítulo con el que Grantham rotula la portada de su informe, portada ilustrada con otras sentencias como "guerra de divisas" o "hogares destrozados". Lea aquí el informe completo (en inglés)
Según el gestor, "unos tipos bajos, empleando quantitative easing, deliberadamente estimulando los precios de los activos, ignorando las consecuencias de los pinchazos de las burbujas y demostrando una completa incapacidad para aprender de la experiencia, hace que la política de la Fed sea netamente negativa para crear una economía sana y estable con un fuerte empleo".
Grantham cree que la entidad debería olvidarse de intentar arreglar la economía y limitarse a controlar la inflación, e incluso mantiene que sólo debería dedicarse a asegurar que la economía tenga una cantidad de liquidez suficiente para funcionar normalmente y debería dejar de manipular los precios de los activos.
Grantham pinta a Bernanke como un zombie desesperado cuya manipulación de los mercados no sólo debilita la economía de EEUU si no que desestabiliza los mercados de divisas y de materias primas. Es más, el gestor asegura que los precios de los activos artificialmente estimulados alientan el tipo de comportamiento en los inversores que inevitablemente acaba en una burbuja, burbuja que siempre acaba mal, como fueron los casos de Internet o de la vivienda.
Críticas para Bernanke, Greenspan y Geithner
Pero más crítico aún que con Bernanke es con su antecesor al frente de la Fed, Alan Greenspan. "El resultado de fomentar deliberadamente el comienzo de las burbujas de activos, particularmente la vivienda, y entonces negarlas y permitir que estallen, ha creado la peor recesión doméstica y global desde 1932", apunta Grantham.
"El capitalismo ha sido manipulado mucho más, y de manera mucho más peligrosa, por los dos últimos presidentes de la Fed que por el resto de cosas juntas", sostiene.
Timothy Geithner, actual secretario del Tesoro, tampoco se libra. Grantham asegura que, de todos los muchos errores de la administración actual el peor, en su opinión es la "elección de Tim Geithner, que de hecho estaba en la escena del crimen (fue presidente de la Reserva Federal de Nueva York) y cuyas huellas dactilares estaban en el arma homicida".
Sin embargo, todavía habría un pequeño rayo de esperanza en Janet Yellen, recién nombrada vicepresidente de la Fed, que como recuerda Grantham dijo que había que tomarse en serio las burbujas de activos.
EEUU es hipócrita
Pero Grantham no se para aquí, Según él, las víctimas reales de esta política son los ahorradores individuales. "Cuando los tipos están artificialmente bajos, los ingresos se trasladan de los ahorradores a los prestamistas", lo que al final significa más oportunidades para la industria financiera. El gestor cree que esto estaría bien si se incrementara la inversión de capital de las empresas, mayor empleo y por lo tanto mayor crecimiento.
Algo que no está pasando, ya que como asegura una mayor deuda no incrementa el crecimiento a largo plazo y además hoy en día la inversión de las empresas es tan débil que es prácticamente nula, como lo es la voluntad de contratar.
Según Grantham, además, la política de la Fed, con la promesa del quantitative easing ha sido el desencadenante de la guerra de divisas. Con el yuan anclado al dólar, y la caída de éste, el resto de países se han visto obligados a actuar ante la presión competitiva que este fenómeno les provocaba. Por eso, a pesar de criticar a China, Grantham considera que la postura de EEUU es hipócrita.
Por ello, este nuevo paso de la Fed es simplemente el último y desesperado intento de que funcione el inefectivo plan de estimular la economía a través de una subida de los precios de los activos sin tener en cuenta cualquier coste futuro.
Así, Bentham concluye que esta política de bajos tipos de interés no tiene ningún beneficio, incluso en tiempos normales, y que en los tiempos actuales, que no son nada normales, tiene incluso un efecto negativo y no permite a la economía recuperarse.