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Los empleados estatales sudafricanos suspenden su huelga tras 20 días
"Los sindicatos decidieron suspender la huelga pero esto no quiere decir que hayamos aceptado la oferta del Estado", declaró en una conferencia de prensa el presidente del sindicato de enseñantes democráticos sudafricanos (Sadtu), Thobile Ntola, en nombre de los principales gremios de la función pública.
Los sindicatos reivindican un alza salarial del 8,6% y una prima para la vivienda de 1.000 rands (137 dólares, 107 euros). La semana pasada, el gobierno hizo una nueva oferta proponiendo un alza de salarios del 7,5%, contra el 7% anterio, y una prima de 800 rands en lugar de 700.
Según Ntola, los sindicatos tienen tres semanas para consultar a sus miembros sobre la última propuesta del gobierno. "Llamamos a los funcionarios a volver a sus puestos de trabajo cuanto antes, ya que la huelga ha sido suspendida con efecto inmediato", insistió.
La magnitud de la huelga ha sido tal que el gobierno sudafricano tuvo que desplegar militares en 37 hospitales con el objetivo de garantizar la limpieza y las comidas. Sin embargo, precisamente por afectar en especial a hospitales y escuelas públicos, utilizados en su mayoría por las familias pobres, la huelga se fue volviendo cada vez más impopular.
La Cámara de Comercio e Industria de Sudáfrica denunció la semana pasada "el impacto negativo de esta ola de protesta" sobre la economía del país. "Los beneficios que Sudáfrica pudo obtener de la organización del Mundial de fútbol son seriamente erosionados por las actuales acciones de los sindicatos", había indicado ese organismo.
Esta época del año, de negociaciones salariales, suele ser escenario de huelgas en Sudáfrica, primera economía de África. En 2007, cientos de miles de funcionarios habían realizado una huelga de un mes para lograr mejoras salariales. Las escuelas tuvieron que cerrar y los hospitales funcionaban con muchas dificultades, atendidos por el ejército y voluntarios. La huelga de 2007 había sido la más larga en Sudáfrica desde el final del apartheid, en 1994.
El gobierno del presidente sudafricano, Jacob Zuma, ha hecho del empleo y la lucha contra la pobreza sus prioridades, ante un desempleo que afecta a uno de cada tres adultos en un país en el que el 43% de la población vive con menos de dos dólares diarios.