Bolsa, mercados y cotizaciones
¡Ojo! Llega un septiembre de volatilidad, incertidumbre y búsqueda de refugios
Mientras los inversores vuelven de vacaciones y pueden traer con ellos volatilidad, el desasosiego cunde en el mercado por la renacida desconfianza a que puedan empeorar las condiciones económicas. Con todo ello, este nuevo curso bursátil puede estar plagado de sobresaltos no aptos para todos los públicos. ¡Mucho ojo, inversor!
Un fenómeno que cabe esperar a la vuelta de vacaciones es el aumento de la volatilidad. No tiene por qué ser extraordinario, ya que la paulatina entrada del dinero que ha estado ausente o dormido en los meses de verano puede mover el parqué, como ya ha sucedido.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que se están publicando noticias que pueden tener un impacto importante en el mercado. Como las declaraciones de ayer del presidente Obama, en las que afirmó que estudia nuevas medidas de estímulo económico, tras constatar que la recuperación no es la que debería ser.
Menos liquidez, movimientos más bruscos
"Los escritorios vacíos equivalen a un mercado menos líquido, y si algunos de los datos que se publican sorprenden puede haber movimientos drásticos con el volumen tan escaso", advierte Art Cashin, director de operaciones de UBS Financial Services, en declaraciones recogidas por CNBC.
De hecho, esta semana es fundamental en cuanto a estadísticas, ya que se publicarán algunos datos importantes, como la cifra de creación de empleos en Estados Unidos. Así que estos días será especialmente recomendable para los inversores el "permanecer ágiles", es decir, poder reaccionar con rapidez a los efectos que puedan tener las noticias macroeconómicas en el mercado.
'Traders' a la fuga
Uno de los efectos más notables que está teniendo la renacida incertidumbre económica es la fuga de cada vez más traders de los activos con más riesgo, como la renta variable, y su vuelta a los considerados refugios clásicos, como la deuda pública, señala Financial Times.
Los inversores parecen haber reexaminado las posibilidades de que los movimientos de la Reserva Federal (Fed) tengan éxito y vuelven a estar preocupados por los pobres datos económicos que se han presentado últimamente. Además, temen que las cifras que van a conocerse a lo largo de esta semana no hagan sino confirmar que el crecimiento de EEUU se está paralizando.
Para muestra un botón: el dato del índice manufacturero de la región de Chicago, publicado hoy, ha sido peor de lo previsto por los expertos. La máquina de la primera economía del mundo no acaba de rodar bien.
Refugios de toda la vida
Por ello, muchos vuelan de vuelta a refugios clásicos. El oro, por ejemplo. Después de la fuerte corrección de julio, el metal precioso ha vuelto a recuperar terreno y cotiza en torno a los 1.244 dólares por onza, relativamente cerca del máximo histórico que marcó a mediados del pasado junio en los 1.257,2 dólares.
Incluso los bonos gubernamentales, que en los últimos tiempos eran mirados con recelo por muchos, están cerca de los mínimos que se vieron la semana pasada en el caso de EEUU. Así, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años ronda el 2,51%, mientras que el bund alemán se sitúa alrededor del 2,11%.