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El déficit comercial de EEUU sube pese a la incertidumbre por la reactivación
El déficit se agravó otra vez en mayo, según cifras publicadas el martes por el departamento del Comercio en Washington, alcanzando su nivel más alto desde hace un año y medio, a 42.300 millones de dólares.
"El nivel de las importaciones es tan elevado en relación al de las exportaciones, que solamente para mantener el déficit a un nivel estable, las ventas deberían registrar porcentajes mucho más elevados que las compras", explicó Ian Shepherdson, de High Frequency Economics.
Pero las importaciones fueron muy vigorosas en mayo, por cuarto mes consecutivo. Todo lo contrario de lo que busca el gobierno.
El presidente Barack Obama se fijó como objetivo duplicar las exportaciones estadounidenses en cinco años. En junio, afirmó por medio de una carta a jefes de Estado y de gobierno del G20 que estaba inquieto por "la debilidad de la demanda del sector privado y de la muy fuerte dependencia de las exportaciones en ciertos países".
"Sí: todo el mundo cuenta con Estados Unidos para que sea el consumidor de última instancia, aspirando importaciones gracias a un euro débil y un renminbi (moneda china, ndlr) manipulado", tradujo el premio Nobel de Economía Paul Krugman.
Los esfuerzos de la Casa Blanca para equilibrar la balanza comercial son apoyados por el Fondo Monetario Internacional. Según sus economistas, "Estados Unidos ya no puede desempeñar el papel de consumidor mundial de última instancia, lo que subraya la importancia de las medidas para estimular el crecimiento y la demanda en los países con un excedente de sus cuentas corrientes", como China, Japón o Alemania.
Pero para Washington es un insoluble rompecabezas. Estados Unidos no produce lo que le vende China, país con el cual acusa un déficit comercial de 93.300 millones en el comercio de bienes desde principios de año. "Esta relación no puede durar eternamente. Al final, el consumidor debe tanto dinero que no puede reembolsarlo y todo el arreglo se hunde", editorializaba el viernes pasado el diario The Washington Post, en alusión a las sumas prestadas por China, primer acreedor de Estados Unidos, delante de Japón, para comprarle luego sus productos industriales.
"El crecimiento y el empleo pueden surgir de un aumento de las exportaciones netas (...) pero solamente la sustitución de importaciones a gran escala puede crear millones de empleos nuevos", afirmó Leo Hindery, de New America Foundation, un círculo de reflexión sobre la economía.
En mayo, "el déficit -excluyendo el petróleo- aumentó 4.800 millones de dólares. La evolución del comercio exterior será un peso sobre el crecimiento en el segundo trimestre", destacó Shepherdson.
Todo se debe principalmente a los bienes de consumo, cuya importación aumentó "al ritmo más rápido en seis años", un 7,0%, dijo Aaron Smith, de Moody's Economy.com.
Los hogares estadounidenses se reecontraron con su apetito por el consumo: lo demuestran las alzas detectadas por el departamento del Comercio en el ingreso de productos farmacéuticos, bienes para el hogar, juguetes, juegos y artículos deportivos y tejidos.
Las importaciones de vehículos (+12,8%) y de bienes de inversión (+5,4%) muestran también que se trata de una economía que necesita desesperadamente productos extranjeros tan pronto como empieza a crecer.