Bolsa, mercados y cotizaciones

China aprieta las tuercas de su economía liberalizando yuan y subiendo tipos



    Antonio Broto

    Pekín, 18 may (EFECOM).- El Banco Popular de China (PBOC) dictó hoy tres medidas que tendrán fuertes consecuencias para la cuarta mayor economía del mundo: liberalizó su moneda con respecto al dólar (lo que conllevará su revaluación), subió sus tipos de interés y aumentó el coeficiente de caja en los bancos, todo de una vez.

    La primera medida, que es la más sorprendente pues China llevaba dos años sin modificar su sistema de divisas, parece un gesto hacia Washington, que se quejaba de un yuan excesivamente barato, mientras que las otras dos decisiones tienen claramente la intención de contener el excesivo crecimiento económico chino y la inflación.

    La liberalización del tipo de cambio permitirá que la oscilación de su moneda con respecto a la estadounidense aumente diariamente del 0,3 actual al 0,5 por ciento, anunció el Banco Popular de China (emisor).

    Ello, apuntan los analistas, supondrá de hecho una revaluación de la moneda china, que ya desde la anterior liberalización, en julio de 2005, ha aumentado su precio respecto al dólar un 5,5 por ciento.

    La liberalización, como prueba de que es una señal a Washington, se hará efectiva el 21 de mayo, precisamente el mismo día en el que empiece en la capital estadounidense el segundo diálogo económico EEUU-China, presidido por la viceprimera ministra Wu Yi y el secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson.

    La revaluación del yuan es el primer punto de la agenda en ese encuentro, que reúne a varios ministros con competencias económicas de los dos países y llega en un momento de altas tensiones comerciales bilaterales.

    China ha tardado casi dos años en dar un segundo paso en su liberalización.

    El 21 de julio de 2005, China pasó de una situación casi de paridad con el dólar (variaciones diarias casi insignificantes) a una oscilación del 3 por ciento.

    Sin embargo, en aquella ocasión esa oscilación se decidió no sólo con respecto al dólar, sino con una "cesta de divisas" en la que se encontraban también el euro y el yen (en la decisión de hoy sólo se nombra la moneda estadounidense).

    En julio de 2005, el precio de la moneda china era de unos 8,28 yuanes por dólar; tras el aumento de la oscilación, pasó a 8,11 yuanes, y desde entonces ha ido subiendo paulatinamente, alcanzado con frecuencia máximos históricos y se sitúa actualmente en 7,68 yuanes por dólar.

    Estados Unidos no quedó contento con la medida dictada en 2005 por China y siguió insistiendo en la necesidad de nuevas liberalizaciones, ante lo que Pekín siempre respondió que iría en esa dirección pero de forma paulatina.

    Washington ha llegado a asegurar que el yuan podría estar infravalorado un 40 por ciento, y exige más medidas para solucionar su creciente déficit comercial con China, que se elevó a 202.000 millones de dólares (154.000 millones de euros) en 2006.

    A consecuencia de este desequilibrio entre dos potencias económicas estrechamente relacionadas (China es el segundo principal socio comercial de EEUU, y viceversa), han ido creciendo las fricciones bilaterales en todo tipo de sectores.

    También puede haber pesado en la medida anunciada hoy por Pekín la reciente decisión estadounidense de presentar dos quejas formales contra China ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que convertiría por primera vez la tensión comercial entre ambos países en un conflicto multilateral.

    Las otras dos medidas dictadas hoy por el PBOC también son importantes y probablemente influirán en las bolsas de Europa y América, aunque no son tan sorprendentes porque en los dos últimos años China ya ha subido cuatro veces los tipos de interés y ocho veces el coeficiente de caja (contando las de hoy).

    El PBOC anunció que subirá a partir de hoy 0,27 puntos porcentuales el tipo de interés en depósitos y otros 0,18 puntos para créditos, lo que deja estos indicadores respectivamente en el 3,06 y el 6,57 por ciento.

    El coeficiente de caja (porcentaje de los depósitos que los bancos deben mantener como reserva en el PBOC) aumentó 0,5 puntos porcentuales ciento, por lo que quedará en el 11,5 por ciento.

    Las dos medidas (que por primera vez en diez años se dictan a la vez) quieren servir para frenar la economía nacional, que lleva creciendo más de un 10 por ciento anual desde 2003, pese a los esfuerzos de Pekín por reducir el ritmo.

    En el primer trimestre de 2007, el PIB subió un 11,1 por ciento, más incluso que en 2006, cuando creció un 10,7 por ciento.

    Consecuencia negativa de ese aumento fue la inflación, que en marzo de 2007 se había disparado hasta el 3,3 por ciento, cuando Pekín deseaba mantenerla por debajo de tres puntos este año.

    El exceso de optimismo por la economía china está pasando factura a Pekín, con efectos como el fuerte incremento del precio de la vivienda en las grandes ciudades o la masiva inversión en Bolsa de muchos chinos, atraídos por los récords históricos que registran en las últimas semanas los mercados de Shanghai y Shenzhen. EFECOM

    abc/pa/jj