Bolsa, mercados y cotizaciones
Cuando el euro suena, ganancias lleva
No sólo los activos de renta variable o la deuda pública de los países de la eurozona han sufrido las tensiones que se han producido en el mercado griego, y por ende en el resto de los periféricos, durante los últimos días. El euro también ha pasado lo suyo. No en vano, por algo le llaman moneda única.
Si bien es cierto que esta semana no ha sido una de las peores (de hecho, lleva cotizando en las tres últimas sesiones al alza), este ligero rebote no implica un cambio de tendencia. El único camino que le espera al euro es la depreciación.
Según explica Carlos Doblado, analista técnico de elEconomista, "la tendencia bajista sigue en pie tras el estrepitoso fallo de los alcistas en la zona 1,36. La zona 1,37 es la nueva referencia para cuestionar un giro tendencial. Sin ello, el objetivo es avanzar hacia los 1,23 a medio plazo".
En todo caso, establecen el soporte de la moneda única en 1,30 dólares. Y muy similar es la perspectiva que manejan los analistas de Bank of America. Ven al euro en 1,30 dólares en septiembre e incluso cayendo hasta los 1,28 dólares en el último mes de este ejercicio, aunque esto no impedirá que protagonice ciertos rebotes puntuales (de hecho, el consenso de Bloomberg ve al euro en 1,35 dólares a finales de este trimestre).
Aun así, de cumplirse la expectativa del banco norteamericano, al euro aún le quedaría un recorrido bajista del 4% ya que ayer su cambio se situó en los 1,3308 dólares por unidad, por lo que su depreciación en el año frente al billete verde ya supera el 7% en 2010. Una cifra baja en comparación con la devaluación que protagoniza contra otros dólares como el neozelandés o el canadiense. Cae más del 10%.
Opciones para el inversor
El inversor particular tiene muchas formas de sacar partido de la esperada continuación alcista del dólar en su cruce contra el euro. Una opción son los fondos monetarios en dólares. Otra, invertir en ETF que se pongan cortos con la moneda única y largo con el dólar. Y otra más es abrir una estrategia a través de CFD (contratos por diferencias). Son contratos que se realizan entre el inversor y una entidad financiera por el que ésta financia la adquisición.
El inversor sólo tiene que poner una pequeña parte de la inversión total (es, por tanto, una inversión apalancada), y los intereses que se generan diariamente. También tiene la opción de poner un stop loss en su inversión, limitando así las posibles pérdidas que pueda tener.