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Warren Buffett se vuelve la señorita Rottenmeyer con la edad
Warren Buffett, el inversor más famoso del planeta, el oráculo de Omaha, el apóstol del ‘value’, se ha convertido con la edad en la señorita Rottenmeyer, la marimandona institutriz de Heidi.
Buffet parece haber concluido que los inversores son como niños a los que hay que proteger de cualquier peligro. Hay mucho riesgo en el mundo de la inversión, y quien evita la ocasión evita el peligro, parece ser su nuevo mensaje. Así se desprende de la junta general de accionistas de Berkshire celebrada este fin de semana en Omaha, más conocida como el ‘show’ de Buffet.
En ella, lanzó una dura diatriba contra la gestión activa y, sobre todo, contra sus elevadas comisiones. ‘Si el 2% de tus fondos se los comen las comisiones cada año, va a ser difícil que iguales la rentabilidad de un índice, en mi opinión’. Por eso, para los pequeños inversores que no tienen tiempo ni capacidad para analizar las empresas, cree que la mejor inversión son fondos indexados con bajas comisiones.
Además, también aconseja no intentar buscar los buenos momentos para entrar en el mercado, sino seguir un plan de aportaciones periódicas a estos fondos. ‘Si compras a lo largo del tiempo, no vas a comprar en el suelo del mercado, pero tampoco en el techo’, sentencia.
Buffet llega a rizar el rizo al desaconsejar los populares ETFs, los fondos que no sólo replican índices sino que se pueden comprar y vender en cualquier momento porque cotizan en bolsa, y además suelen tener las comisiones más baratas de la industria. En este caso, su argumento es que los ETFs, al permitir hacer trading con ellos, tientan al inversor para comprar y vender continuamente: ‘No tengo nada contra los ETFs, pero creo realmente que un fondo indexado tradicional con bajas comisiones es muy difícil de batir. Para entenderlo, no tienes a nadie que te aliente a operar la próxima semana o mes… tu broker no te va a dar la paliza’.
Es cierto que numerosos estudios académicos demuestran que los pequeños inversores suelen ser nefastos haciendo trading, porque son propensos a comprar en los techos y vender en los suelos. De este modo, les sale mejor replicar un índice.
Presumir que el inversor es tonto
Se puede estar de acuerdo o no con Buffett, pero la filosofía que traslucen sus palabras es muy discutible. Buffett parte de la base de que el inversor es tonto o inmaduro; en todo caso, irresponsable. Por eso, como si fueran niños, lo mejor es alejarles del fuego para que no se quemen. No se da cuenta de que en el mercado hay que quemarse para aprender cómo se juega con el fuego. Como diría Kostolany, ningún gran inversor se ha hecho rico sin arruinarse un par de veces primero. La divina libertad para equivocarse uno mismo.
Pero además, Buffett es incoherente. Su estilo de inversión no puede ser más activo. Efectivamente, no es un trader intradía, pero también es gestión activa su cuidadísima selección de valores en función de un análisis riguroso para identificar las empresas infravaloradas de calidad (lo que se conoce como value). Entonces, ¿dónde estaría Buffett si todos los inversores de su fondo hubieran seguido los consejos que ahora les brinda? Lo dicho, será cosa de la edad.