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Los más fuertes de la Eurozona podrían crear su moneda para controlar la inflación



    Gráfico EURUSD

    Morgan Stanley cree que los últimos acontecimientos respecto a Grecia podrían provocar que un grupo de países con cuentas sólidas decidiera salirse del euro para crear una moneda más fuerte, algo que ve más probable que al contrario, es decir, que Grecia abandone el euro para devaluar.

    "Los últimos acontecimiento aumentan significativamente el riesgo a largo plazo de una ruptura del euro" y un "escenario en el que un país o un grupo de países quiera abandonar (el euro) para introducir una moneda más fuerte es más probable que un escenario en el un país quiera salirse para devaluar", explicó en un informe Joachim Fels, economista jefe de la firma.

    A pesar de ello, Fels apunta a que una ruptura del euro no es "el principal escenario" de Morgan Stanley aunque el riesgo está "lejos de ser insignificante".

    Morgan continúa diciendo que las ayudas a Grecia "sientan un mal precedente para otros miembros de la Eurozona y hacen más probable que la zona degenera en una zona de derroche fiscal, debilidad de la moneda y presiones inflacionistas más altas con el tiempo".

    "Por ello, países con una alta preferencia por la estabilidad de precios, como Alemania, podrían llegar a la conclusión de que estarían mejor con una unión monetaria más fuerte pero más pequeña", añadía el economista.

    A vueltas con el riesgo moral

    La Unión Europea ha ofrecido a Grecia créditos por valor de hasta 30.000 millones, que podrían elevarse hasta 45.000 millones con la participación del FMI.

    "La lección para otros miembros de la Eurozona es que no importa cómo violes el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que ahora la hora de la verdad la ayuda financiera llegará", comenta Fels. "Esto introduce una seria amenaza de riesgo moral en la ecuación europea".

    Y aunque las ayudas "han reducido claramente" los riesgos de liquidez para Grecia, los riesgos de solvencia a largo plazo "permanecen". Es más, señala que es "bastante obvio" que los créditos eran necesarios para prevenir un "nefasta" caída de la Eurozona. "Sin embargo, las consecuencias imprevistas de tal acción es que siembra la semilla de problemas incluso mayores en el futuro".