Bolsa, mercados y cotizaciones
¿Ha comenzado el gran mercado bajista de los bonos?
- La burbuja de la deuda puede estallar... para alegría de la bolsa
Una firma de inversión lo llama "el final del affair". Otra dice que es "el principio del fin". Una tercera se pregunta si el gran mercado bajista de los bonos ha comenzado. Se diga como se diga, una cosa cada vez está más clara: el largo romance de los inversores con la deuda parece estar acabando, y el amor con la bolsa puede vivir otro capítulo.
La pobre demanda de la subastas de deuda en EEUU la semana pasada aparece ahora como una señal de que demasiada deuda en medio de una contención fiscal demasiado pequeña está dejando sin fuerza al mercado de bonos y listo para una fea caída.
Y el daño puede golpear no sólo a la deuda pública, sino también a los bonos de agencias estatales y de las empresas a un plazo mayor de dos o tres años. "Es la última parte del dinero que entra al mercados, la rotación final hacia el mercado de bonos. Es el principio de fin. El mercado de deuda es una burbuja. Y se prepara para estallar", opina Bob Froelich, director general de The Hartford.
Desde que comenzó la crisis financiera en 2007, los inversores ha comprado bonos como protección contra el desplome de la economía. La tendencia se ha reflejado en parte en una subida del flujo de dinero hacia los fondos de bonos y en una salida de los de bolsa. Y los Gobiernos asiáticos también han entrado en el mercado para ayudar al Gobierno norteamericano en sus subastas multimillonarias para financiar los planes de estímulo y de rescate de la banca.
Pero esta tendencia llevaba una pesada carga: la inevitabilidad de que, en algún momento, la oferta iba a superar a la demanda y los emisores iban a tener que empezar a pagar tipos más altos para atraer a los compradores. Y hay un sentimiento cada vez más claro de que ese día ha llegado.
"Hay que dar las gracias a la Fed por esto. Con su determinación de salvar la economía y en particular el sistema financiero con su política de mantener los tipos en cero, ha tenido su fiesta y ha creado otra burbuja, que llamaremos la burbuja de crédito", según Greg Habeeb, jefe de la división de bonos en Calvert Investments.
En efecto, las bajadas drásticas de tipos en los últimos tres provocaron fuertes caídas de la rentabilidad de los bonos (que se mueve a la inversa que el precio) a medida que el país entraba en recesión pese a que el Gobierno inundó el mercado con emisiones de deuda para financiar su creciente déficit.
De hecho, el apetito por los bonos del Tesoro se ha mantenido bastante fuerte hasta las subastas de la semana pasada. Aunque estas colocaciones no fueron en absoluto un desastre, fueron interpretadas como una señal de que la receta del Gobierno ya no funciona.
Los casos de Grecia y de otros países periféricos ilustran que los tipos se han mantenido artificialmente bajos por los bancos centrales para subsidiar la deuda de EEUU, y no sólo por parte de la Fed, sino por países como China que dependen de sus ventas a los consumidores norteamericanos. Y con el fin de ese ciclo, llega la inflación, lo que reduce el valor de las inversiones en renta fija, resume Michael Pento, economista jefe de Delta Global Advisors. Pento recuerda que la rentabilidad media histórica del bono a 10 años es del 7,31%, frente al 3,9% actual.
"Hay una inflación latente enorme, y no hay ninguna razón por la que los tipos de los bonos tengan que estar a la mitad de su valor histórico. Todo el mundo piensa que la crisis ha terminado, por lo que la inflación tiene que empezar a subir. Además, nos han inundado con un tsunami de emisiones de deuda. ¿De dónde van a salir los compradores?", concluye Pento.