NYSE sube 0,27 por ciento tras datos favorables de gasto de consumidores en EE.UU.

Al cumplirse la primera media hora de negociaciones ese indicador bursátil, que incluye a 30 de las mayores empresas estadounidenses, añadía 29,78 puntos al nivel de cierre del viernes y se situaba en 10.880,14 unidades.

El selectivo S&P 500 avanzaba el 0,35 por ciento (4,03 puntos) y llegaba a 1.170,62 unidades, en tanto que el índice compuesto del mercado Nasdaq ganaba el 0,36 por ciento (8,63 puntos), a 2.403,76 unidades.

Los inversores mostraban un moderado ánimo comprador al comienzo de una semana de negocios más corta de lo habitual, debido a que el Viernes Santo no habrá actividad en Wall Street y durante la que se divulgarán numerosos datos relativos a la actividad económica y al mercado laboral en Estados Unidos.

Cálculos oficiales difundidos hoy antes de la apertura reflejaron que el gasto de los consumidores estadounidenses aumentó el 0,3 por ciento en febrero, el quinto aumento mensual consecutivo y en línea con lo esperado por los economistas, lo que alienta expectativas de que continuará la recuperación económica.

Los sectores de materias primas (1,36%), de equipamiento y maquinaria (1,02%) y de empresas de energía (0,94%) registraban los mayores avances en los primeros compases de la sesión, con ayuda de una cierta estabilidad del dólar ante el euro y otras divisas.

Por un euro se pagaban en esta ocasión 1,3408 dólares, comparado con 1,3415 dólares el pasado viernes.

Boeing (1,53%), Caterpillar (1,32%), Merck (1,12%) e Intel (1,01%) lideraban el grupo mayoritario de empresas en el Dow Jones que iniciaban la jornada con ganancias, seguidas de Alcoa (0,84%), Cisco Systems (0,76%) y Chevron (0,64%), entre otras.

Disney (-0,4%) y JPMorgan Chase (-0,24%) eran los dos únicos componentes en ese índice que se situaban en territorio negativo.

Fuera del Dow Jones las acciones del fabricante de automóviles Ford se depreciaban el 0,72 por ciento, después de conocerse que ha cerrado un acuerdo con la empresa china Geely para la venta de su filial Volvo, en una operación valorada en 1.800 millones de dólares.

La deuda pública estadounidense a diez años subía de precio y se situaba en 3,85 por ciento.