Bolsa, mercados y cotizaciones
Trichet señaló una moderada subida de los tipos de interés en junio
Arantxa Íñiguez
Fráncfort (Alemania), 12 abr (EFECOM).- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, señaló hoy con claridad una moderada subida de los tipos de interés para la zona euro en junio, hasta el 4 por ciento, tras haberlos dejado inalterados.
Previamente el consejo de gobierno del BCE había decido, por unanimidad, mantener el precio del dinero en el 3,75 por ciento.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del máximo órgano ejecutivo del banco europeo, Trichet afirmó que "no voy a decir nada que pudiera llevar a los mercados a cambiar las actuales expectativas para el mes de junio".
Los mercados financieros ya han descontado que el BCE subirá las tasas en junio 25 puntos básicos, hasta el 4 por ciento.
No obstante, el presidente del BCE rehusó comentar si después de junio el banco europeo volverá a incrementar las tasas a lo largo de este año, como ya pronostican algunos analistas.
Trichet reiteró casi literalmente lo que ya había dicho en la rueda de prensa de marzo, calificó la política monetaria de la entidad de expansiva y consideró que los tipos de interés se encuentran todavía en un nivel "moderado".
El banco alemán Commerzbank consideró, tras la rueda de prensa, que las declaraciones de Trichet muestran "la disposición del BCE a una política monetaria más restrictiva" en 25 puntos básicos en junio.
Además, el banquero francés apuntilló que la entidad actuará "de manera firme y a tiempo" para asegurar la estabilidad de precios en el área euro, nivel que sitúa en una tasa de inflación cercana pero siempre por debajo del 2 por ciento y que se ha superado anualmente desde la introducción del euro en 1999.
Las perspectivas de nuevos incrementos de los tipos de interés en la zona del euro han llevado a la moneda única a sus cotas máximas desde hace más de dos años frente al dólar, por encima de los 1,35 dólares, y a valores récord frente al yen, por encima de los 160,55 yenes.
La reducción del diferencial de las tasas con EEUU, donde se encuentran en el 5,25 por ciento desde junio de 2006, y el aumento de la distancia con las de Japón, actualmente en el 0,5 por ciento, incrementa el atractivo de los activos denominados en euros.
En este sentido, Trichet dijo que los tipos de cambio no tienen una importancia destacable en la política monetaria del BCE y que son uno de los varios factores importantes que el banco tiene en cuenta.
Algunos expertos opinan que una fuerte apreciación del euro puede frenar el crecimiento del área, ya que encarece las exportaciones, por lo que puede tener un efecto similar a un incremento de las tasas.
Trichet apoyó el posicionamiento del Grupo del G-7, formado por los siete países más industrializados del mundo, tras su reunión en Essen (oeste de Alemania), en la que hizo hincapié en que los tipos de cambio deben reflejar datos económicos fundamentales.
Al mismo tiempo, el G-7, que se reúne de nuevo este fin de semana, desea que algunos países emergentes, como China, con crecientes superávit en sus balanzas de pagos por cuenta corriente ajusten las cotizaciones de sus divisas para que fluctúen libremente en los mercados de divisas.
Además, Trichet destacó en Fráncfort que un "exceso de volatilidad y movimientos desordenados en los mercados de divisas son indeseados".
El máximo responsable del banco europeo reseñó la confianza del BCE en que la reactivación económica de la zona se mantendrá robusta a lo largo del año al decir que el crecimiento del empleo apoya el aumento de los ingresos disponibles reales.
Una vez más, Trichet pidió a los agentes sociales "una responsabilidad máxima" en las actuales negociaciones salariales y que "tengan en cuenta situaciones, que no son iguales en toda la zona euro, como el nivel de desempleo en cada una de las economías, el de la competitividad y el de productividad".
"Si no estamos satisfechos con el nivel de desempleo, la moderación salarial es necesaria", dijo Trichet, quien cree que "los menos protegidos de la inflación son los más pobres".
La Asociación Europea de Sindicatos (EGB) pidió al BCE que "no se inmiscuya en las actuales negociaciones de los convenios colectivos".
"El BCE debería dejar de inmiscuirse en las negociaciones salariales", dijo el subsecretario general de EGB, Reiner Hoffmann. EFECOM
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