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Prudential compra la filial asiática de AIG por 35.500 millones de dólares
Según los términos del acuerdo, AIG recibirá un total de 35.500 millones de dólares (26.000 millones de euros), 25.000 en metálico y 10.500 en acciones PRUDENTIAL (PRU.LO) que harán de la empresa rescatada durante la crisis financiera por el Gobierno estadounidense un accionista minoritario del nuevo grupo (11%).
La parte en metálico incluirá un aumento de capital de 20.000 millones de dólares, una de las más importantes jamás realizadas por una empresa británica.
"Esta transacción ofrece la oportunidad de unir dos compañías líderes, posicionando al grupo resultante para capturar la futura oportunidad de crecimiento en Asia", declaró Prudential a través de un comunicado.
"Creemos que la transacción ampliará y acelerará nuestra estrategia anunciada de repartir valor entre nuestros accionistas", agregó.
El acuerdo para comprar AIA transformará Prudential, que doblará de tamaño.
La empresa, fundada en 1948, tiene actualmente una capitalización bursátil de 23.000 millones de dólares (17.000 millones de euros).
La nueva operación la convertirá en la mayor compañía de seguros del planeta -con excepción de las chinas- por capitalización, por delante de rivales como Allianz o AXA.
Prudential, que ya está fuertemente implantada en el continente asiático, pasará a ser también una de las principales de la región, con alrededor de 30 millones de clientes.
La aseguradora británica, que mantendrá por el momento su sede en el Reino Unido, espera que esta transacción le permita ahorrarse unos 340 millones de dólares brutos anuales.
En paralelo con la adquisición, Prudential anunció igualmente este lunes que registró beneficios netos de 676 millones de libras (1.000 millones de dólares, 750 millones de euros) en 2009, comparado con pérdidas de 396 millones de libras el año anterior.
A pesar de todo, la acción Prudential, suspendida en la Bolsa de Londres hasta las 10H36 GMT, perdía 12,95% a 524,9 peniques después de estos anuncios, un movimiento que los analistas consideraban normal dado el alto coste de la operación y el importante aumento de capital que conlleva.
El acuerdo supone que AIG, controlada en un 80% por el Gobierno estadounidense que la rescató con 182.000 millones de dólares para evitarle la quiebra en septiembre de 2008, renuncia a sacar AIA a la Bolsa de Hong Kong, como planeaba todavía la semana pasada, después de haber intentado en vano hace un tiempo subastar el 49% de esta filial.
AIG anunció la semana pasada una pérdidas netas atribuibles de 10.900 millones de dólares en 2009 -que representan 10 veces menos que en 2008-, tras volver a los números rojos en el cuarto trimestre debido principalmente al al pago de intereses ligados a los créditos contraídos con la Reserva Federal norteamericana.