Bolsa, mercados y cotizaciones

La bolsa española no corrige el mal endémico de su deuda



    Apretarse el cinturón siempre es difícil. Y si es debido a los excesos financieros, más aún. Y si no que se lo pregunten a las empresas españolas. La deuda de las compañías cotizadas supera los 250.000 millones de euros. Aunque esto no es una novedad. El problema es que dentro de poco se cumplirán tres años desde el comienzo de la crisis y pocas sociedades han tomado cartas en el asunto, con lo que su apalancamiento -relación entre la deuda y el beneficio bruto- se ha incrementado más de un 8% desde 2007.

    Para entenderlo de una forma gráfica, es como si a una persona obesa el médico le exige que adelgace para que mejore su situación física ante los problemas cardíacos que puede tener. Sin embargo, cuando llega la revisión, el paciente en cuestión en vez de quitarse peso, ¡ha cogido kilos! ¿Qué cree que le diría su médico? Seguro que nada bueno.

    Pues esto es lo que le ocurre a las empresas españolas, en las que su deuda supone 2,87 veces el beneficio operativo estimado para este año. Así, el mercado español se coloca como uno de los índices más apalancados entre los parqués desarrollados. Y es que si se compara este ratio con el de otros selectivos europeos o americanos se puede observar que los supera con creces. Por ejemplo, la deuda en las empresas que componen el francés Cac 40 apenas supone 1,5 veces su beneficio bruto, mientras que en el aleman Dax Xetra se sitúa en las 1,04 veces o en el británico Ftse 100 se encuentra en las 1,09 veces. En Estados Unidos, el apalancamiento del Dow Jones representa menos de 1,5 veces el resultado bruto estimado para este ejercicio.

    Atento a las deudas

    Pero a este inconveniente se une que a las compañías españolas les vencen más de 20.000 millones este año, con lo que van a tener que refinanciarlos en los próximos meses. No obstante, la percepción sobre nuestro mercado ha cambiado y los inversores internacionales van a exigir una mayor rentabilidad a las próximas emisiones, como claramente demuestra el mercado de renta fija.

    Un ejemplo del incremento de la rentabilidad se puede ver en el bono español a cinco años, cuyo rendimiento ha repuntado del 2,95 al 3,139% en tan sólo un mes. Además, el 74% del mercado no tiene rating por alguna agencia de calificación, lo que complica más la situación y también incrementa el coste de financiación, ya que los comparables sobre estas emisiones son más difíciles de analizar.

    De las 40 compañías más endeudadas del parqué español, Iberdrola Renovables, Gas Natural, Criteria, Cepsa, Ferrovial, Abengoa, Sos Corporación, Repsol, Enagás y OHL han incrementado su compromisos en más de un 50% desde 2007. En la mayoría de los casos, la necesidad de elevar los compromisos financieros es fruto de un proceso inversor, que se cimienta en un momento de optimismo empresarial, que no es el actual.

    En otros casos es a raíz de los movimientos corporativos, como la compra de Unión Fenosa por parte de Gas Natural. Esta operación también ha salpicado a otras cotizadas, como el holding industrial de La Caixa, Criteria, que acudió a la ampliación de capital de la gasista, al igual que la petrolera Repsol.

    Sin embargo, no todas las empresas se comportan igual, y sí se ha dado el caso de compañías que han hecho los deberes, como ha sido Telefónica. Tenía una deuda de 47.241 millones en 2007, una cifra que se podría reducir hasta los 39.932 millones este año, lo que supone 1,77 veces el beneficio bruto. Esta generación de caja le permite tener ahora las suficientes armas para llevar a cabo una operación corporativa sin problemas.