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El petróleo de las Malvinas reaviva la tensión entre Argentina y Gran Bretaña
Londres trató de minimizar la "enérgica protesta" del gobierno argentino por la licitación de áreas de las cuencas marítimas adyacentes a las islas, pero el diario Financial Times señaló que el gobierno británico podría estar preocupado por que la tensión pueda derivar en una nueva confrontación militar. "Gordon Brown se mantiene firme en que se debe permitir la perforación exploratoria en las aguas en torno a las islas, pero está preocupado por asegurar que no se produzca una escalada en la disputa con Buenos Aires que lleve a una confrontación militar", afirmó el jueves el rotativo británico sin citar sus fuentes.
La disputa por la soberanía de las Malvinas llevó en 1982 a una guerra entre Argentina y el Reino Unido que terminó con la derrota del país sudamericano, por entonces bajo una dictadura militar, con un saldo de 649 argentinos y 255 británicos muertos tras 74 días de combates.
El rotativo precisa sin embargo que los diplomáticos que cita anónimamente "se negaron a comentar si Gran Bretaña estaba haciendo planes para enviar fuerzas militares a la zona para asegurarse de que Argentina no interfiera" con sus planes, y dijeron también que había "pocas expectativas de acción militar directa de Argentina".
Evocaron en cambio la posibilidad de que el país sudamericano "intente perturbar el paso hacia la plataforma utilizando embarcaciones civiles".
Interrogado al respecto, el ministerio de Relaciones Exteriores británico dijo que "Argentina es un socio importante para el Reino Unido". "Tenemos una relación cercana y productiva en una variedad de temas bilaterales y multilaterales", declaró un portavoz citando entre otros la situación económica global, los derechos humanos y el cambio climático.
En la nota entregada al encargado de negocios británico en Buenos Aires, el gobierno argentino responsabilizó al Reino Unido de incumplir las resoluciones de la ONU que instan a ambos gobiernos a "reanudar la negociación por la soberanía" y a "abstenerse de realizar modificaciones unilaterales", pero sin hacer referencia a eventuales acciones que pudiera tomar si se lleva a cabo la exploración.
Londres alega que el gobierno de las islas, a las que denomina Falklands, "tiene derecho a desarrollar una industria de hidrocarburos dentro de sus aguas", precisó el Foreign Office, que recuerda que el Reino Unido "no tiene dudas" acerca de su soberanía sobre este archipiélago del Atlántico Sur y las zonas marítimas que lo rodean.
Las compañías británicas Desire Petroleum y Rockhopper Exploration ganaron licitaciones para perforar cuatro y dos pozos respectivamente en la cuenca norte de las Malvinas, precisó un portavoz.
La explotación británica de hidrocarburos en la cuenca de las Malvinas ya dio lugar a otras protestas en el pasado, y en 2007 el gobierno argentino dio por terminada la Declaración Conjunta firmada en 1995 para la cooperación en la exploración y explotación de gas y petróleo en el área en disputa.
La nueva protesta se produce dos semanas después de otra fricción entre ambas capitales por la queja formal de Gran Bretaña a una ley argentina recientemente sancionada que considera las Malvinas parte de la provincia de Tierra del Fuego.
Unos días antes, el 3 de enero, el gobierno argentino había reiterado ante el parlamento su reclamación de soberanía sobre el archipiélago, coincidiendo con el 177º aniversario de la ocupación británica de las islas.