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Ecconomía/Agricultura.- El sector agrario utiliza el 63,3% del agua, aunque mantiene estable la demanda, según el MAPA



    MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

    El sector agrario es el principal usuario del agua en España, al utilizar el 63,3% del total, si bien mantiene estable su demanda y consumo gracias a las políticas de ahorro de este recurso, según señaló hoy el secretario general de Agricultura, Josep Puxeu, en la inauguración de la jornada sobre el uso sostenible del agua en el sector agrario, organizada con motivo del Día Mundial del Agua.

    Entre las actuaciones para propiciar el ahorro del agua, Puxeu destacó la aplicación de nuevas tecnologías mediante iniciativas como la red de estaciones agroclimáticas, el observatorio del regadío, el proyecto 'Corenet 2006-2010' para la modernización y fomento del ahorro de los recursos hídricos desde las comunidades de regantes, con una subvención de 200.000 euros, o la formación de regantes, a la que se destinan 200.000 euros anuales.

    En este apartado de actuaciones para el ahorro del agua, el secretario general se refirió al 'Plan de choque 2006-2007' de obras urgentes para la mejora y consolidación de regadíos, con actuaciones por valor de 2.400 millones de euros y un ahorro anual estimado en 1.200 hectómetros cúbicos, cuyo presupuesto de obras en ejecución, adjudicadas o de próxima adjudicación ha alcanzado ya el 78% de lo programado.

    "El MAPA está invirtiendo para que la actividad económica que usa más agua en el país, no ponga en peligro su disponibilidad, en cantidad y calidad, para las generaciones futuras", resaltó Puxeu, quien agregó que "los regantes son conscientes de la importancia del agua para el buen desarrollo de su actividad, así como de su escasez, por lo que también están haciendo un esfuerzo para usarla de la forma más eficiente y para devolverla al medio en las mismas condiciones en que la tomaron".

    Durante su intervención, el secretario general de Agricultura abogó por una nueva gestión de los recursos hídricos dirigida a un uso sostenible y a una adecuada protección del agua, que permite afrontar los futuros retos.

    Entre ellos, enunció la necesidad de asegurar el suministro de alimentos y de cubrir las necesidades básicas de las personas con agua potable suficiente, la importancia de compartir los recursos hídricos, de gestionar las situaciones de riesgo relacionadas con la contaminación, sequías o inundaciones y la necesidad de valorar el agua desde el punto de vista económico, ambiental, social y cultural.

    Puxeu se refirió a un nuevo paradigma en el que la gestión integrada de recursos hídricos ha de perseguir promover la gestión del agua, tanto superficial como subterránea, del suelo y del resto de los recursos naturales interrelacionados, con el fin de maximizar el bienestar social y económico con criterios de equidad, sin comprometer la sostenibilidad ambiental de los ecosistemas.