Bolsa, mercados y cotizaciones
Índices de volatilidad: los inversores no tenían la guardia tan baja en 20 meses
- Los expertos advierten: el dinero barato estimula una excesiva autocomplacencia
El fantasma de la autocomplacencia y el menosprecio de los riesgos sobrevuela de nuevo los mercados bursátiles. Esta vez, la fragilidad de la memoria va camino de superarse a sí misma, porque los inversores se han envalentonado sin que ni siquiera se hayan apagado por completo las llamas de la crisis financiera.
Pero la osadía ha regresado, tal como revela la evolución reciente de los distintos indicadores de volatilidad. El indicador estadounidense VIX se ha situado por debajo de los 18 puntos porcentuales, mientras que el alemán VDAX ha hecho lo mismo con la barrera de los 20 puntos.
Para encontrar unos niveles similares hay que remontarse hasta mediados de 2008, aunque son otras comparaciones las que subrayan la relevancia de las cotas actuales. El VIX se encuentra por debajo de su media histórica de la última década, que asciende a los 21,9 puntos, y cada vez está más cerca de alcanzar el promedio registrado entre 2003 y mediados de 2007, instalado en los 15,5 puntos.
El indicador germano ha reconquistado cotas similares: está por debajo de la media de los diez últimos años -23,8 puntos- e iguala la del periodo 2003-2007 -19,3 puntos-. Este último intervalo resulta especialmente relevante porque en ese periodo la economía mundial transitó por su mayor etapa de crecimiento en cuatro décadas y los índices bursátiles encadenaron cinco años consecutivos al alza.
Demasiado peligroso
"Me produce bastante inquietud", reconoce José Luis Martínez Campuzano, estratega en España de Citi, para valorar la evolución reciente de estos termómetros. Y añade: "Es más que probable que esta afirmación contraste con la posición de muchos inversores, analistas y economistas, que ven la caída de la volatilidad cotizada como la confirmación de normalización del escenario. Pero, ¿qué es la normalización? ¿Volver a los niveles de dos años atrás?".
El peligro que encierra el descenso del VIX o del VDAX consiste en que los inversores han bajado la guardia, como si los riesgos aún vigentes se hubieran desvanecido. "La evaluación del riesgo del mercado presenta cada vezmayor similitud con aquella que caracterizó a los mercados en 2005-2006, una época en la que, en general, los rangos se estrecharon y la volatilidad implícita en las opciones se redujo hasta unos niveles poco realistas e insostenibles por completo", recuerdan los expertos de Saxo Bank.
Pero la capacidad de olvidar parece mayor que la prudencia. "El mercado muestra su tendencia a exhibir este mismo tipo de autocomplacencia hacia el riesgo, algo que podría conducir al VIX hasta el nivel de 14", agregan desde la entidad danesa.
Otras causas
La trayectoria reciente de los indicadores de volatilidad, además de alejarlos de los máximos marcados en las semanas posteriores a la quiebra del banco Lehman Brothers, es resultado a su vez de otras tendencias que confirman igualmente el retorno del apetito por el riesgo.
La principal, la búsqueda de financiación barata en los países donde más bajos son los tipos de interés para invertir luego ese dinero en otros mercados o activos conmayor potencial de rendimiento. Esta práctica, conocida como carry trade, cuenta con un poderoso aliado en los bancos centrales y sus históricamente expansivas políticas monetarias, que ponen a disposición de los inversores munición suficiente como para retomar las compras.
Y en un entorno sin demasiadas alternativas de inversión, la bolsa sobresale como destino de esa financiación, algo que arroja una doble consecuencia: la primera, positiva, consiste en que ayuda a generar un clima más optimista; y la segunda, peligrosa, reside en que puede deparar una confianza excesiva que lleve amenospreciar los riesgos y a sobredimensionar el impacto de una posible recaída posterior.
Una amenaza que vuelve ahora a escena. "La verdadera clave que hay que vigilar es la volatilidad. Prefiero para los mercados un VIX al 25% que otro al 17% y a la baja", sentencia José Luis Martínez Campuzano.