Bolsa, mercados y cotizaciones

La senda alcista puede ser alargada

    Los expertos creen que la tendencia alcista se mantendrá. <i>Ilustración: V. Martos</i>


    El Ibex 35 ha subido más de un 160% desde el 12 de marzo de 2003, día en el que se inició la segunda racha alcista más larga en la historia del parqué español. El 12 de marzo de 2003 el mundo empezó una batalla mucho más exitosa: cuatro años de subidas consecutivas.

    Hoy, el principal índice español, el Ibex 35, cumple su cuarto aniversario de avances, un periodo en el que ha conseguido subir un 161 por ciento y superar los niveles de la burbuja tecnológica. Esta rentabilidad está en línea con la fortaleza del resto de plazas europeas, ya que el francés Cac 40 ha repuntado un 130 por ciento y el alemán Dax-Xetra ha ganado un 204 por ciento en este mismo periodo.

    Sobre dos importantes pilares

    El mercado empezó a despertar del pinchazo de Internet a principios de 2003, gracias, sobre todo, a dos grandes pilares: un fuerte crecimiento económico y unos sólidos resultados empresariales. Las bolsas recibieron con sorpresa la recuperación económica de 2003, que enterraba el fantasma de la recesión; y en 2004 se abrazaba la senda del crecimiento, que se ha alargado hasta 2006.

    El PIB mundial llegó a crecer por encima del 5 por ciento el año pasado. Además, este fuerte incremento del PIB ha venido apoyado a su vez por inmejorables condiciones crediticias. Hasta finales de 2005, el BCE mantuvo los tipos de interés en el 2 por ciento, su cota más baja en medio siglo.

    Esto también se pudo ver en EEUU, donde la Reserva Federal llegó a poner el interés oficial en el 1 por ciento, un nivel que no se veía desde 1958. El bajo precio del dinero inyectó una importante liquidez en el mercado, que permitió que las empresas y familias recortasen su endeudamiento y pudiesen tener dinero para invertir. La otra cara de este descenso fue que la renta fija perdió atractivo, ganando terreno la renta variable.

    Con apoyo empresarial

    Este avance bursátil también ha venido apoyado por las empresas, que en 2003 habían purgado con creces los excesos de finales de los noventa, a través de un saneamiento de sus cuentas y elevando la retribución al accionista, un aliciente olvidado durante la burbuja tecnológica.

    De hecho, el beneficio de las compañías españolas ha crecido anualmente por encima del 20 por ciento en los últimos tres años, con lo que se encuentra en niveles récord. Por ejemplo, el resultado neto del IGBM se situó por encima de los 58.000 millones de euros en 2006, lo que supone un incremento del 23 por ciento respecto al año anterior.

    "Las cuentas positivas son consecuencia del intenso proceso de saneamiento de los balances que se inició a principios de 2000 (reducción de costes, desinversiones en negocios no estratégicos, y globalización del negocio). De hecho, el crecimiento de los resultados ha sido tan alto (incluso por encima de la revalorización de las bolsas), que los PER -veces que el beneficio está incluido en el precio- apenas han variado. Es decir, pese a las subidas, las bolsas no están caras", comenta el Centro de Inversiones de Deutsche Bank.

    Tres billones en operaciones

    Con todo este positivo ambiente económico, las empresas no han dejado pasar su oportunidad para ir de compras a ambos lados del Atlántico. En 2006, el importe total en fusiones y adquisiciones superó los tres billones de euros, alcanzando el récord que hasta entonces se había establecido el año 2000.

    Entre las adquisiciones más relevantes de las compañías españolas se encuentran la compra del banco británico Abbey National por parte de Santander (SAN.MC) por 13.400 millones de euros en 2004 y la adquisición de la operadora londinense O2 por Telefónica (TEF.MC) en noviembre de 2005 por 26.000 millones de euros.

    Sin embargo, la oferta que más ríos de tinta ha provocado en España es la que pende sobre Endesa (ELE.MC). Todo empezó el 5 de septiembre de hace dos años, cuando Gas Natural comunicó sus intenciones de hacerse con la eléctrica, un historia rocambolesca, de la cual todavía no se ha escrito la última línea.

    Esta situación de opas y contraopas y rumores de ofertas también han servido de alimento para los parqués. De hecho, algunos expertos creen que las operaciones corporativas han podido dar entre 8 y 10 puntos de rentabilidad al índice español en 2006.

    Principales problemas

    Sin embargo, en estos cuatros años de bonanza bursátil también han existido varias espadas de Damocles que han intentado aguar el festival. El principal y más preocupante han sido las tensiones geopolíticas. Aunque por desgracia, los parqués se han tenido que acostumbrar a convivir con los atentados terroristas, el Ibex 35, sufrió un descenso del 7,1 por ciento en tres sesiones de números rojos, tras las masacre perpetrada en Madrid.

    Estos problemas también han hecho mella en el precio del petróleo, pero con un signo bien distinto. De hecho, el barril de referencia en Europa, el Brent, llegó a tocar en agosto de 2006 máximos históricos, en los 78,3 dólares, ante la inestabilidad política que se sufría en Oriente Medio.

    Este fuerte repunte del precio del oro negro ha despertado en el parqué el miedo a tensiones inflacionistas, que, por ahora, están siendo soportadas por un estrechamiento de los márgenes empresariales.

    ¿Hay quinto alcista?

    Aunque, este aniversario no ha sido coronado de la mejor manera -en las últimas semanas el indicador español ha tenido pérdidas del 7 por ciento-, los expertos consideran que la tendencia alcista de fondo sigue intacta.

    "Desde una perspectiva macroeconómica no se han producido cambios importantes que justifiquen el actual episodio del miedo al riesgo. Nuestro precio objetivo para el Ibex 35 a diciembre 2007 es 15.100 puntos y pensamos que el terreno está abonado para nuevos avances en los próximos meses si el perfil de estimaciones de beneficios sigue siendo favorable", dice Ahorro Corporación.

    En esta misma línea se posiciona Urquijo Bolsa, que también ve un panorama bursátil positivo, pero a menor ritmo que los ejercicios anteriores. "Aunque una racha similar de cuatro años alcistas es improbable, las valoraciones actuales y las perspectivas de crecimiento de los beneficios justifican, en ausencia de nuevas perturbaciones o de una recesión en Estados Unidos, una vuelta no muy lejana a la tendencia alcista, pero un ritmo más pausado", comenta Antonio Zamora, director de análisis económico de esta firma de inversión.

    Y es que pese a las subidas desde 2003, los analistas de Deutsche Bank creen que las valoraciones siguen siendo atractivas en términos históricos. El Ibex cotiza con un PER de 14 veces, cuando la media de los últimos diez años es de 15,5 veces. "No se ha agotado el potencial de ganar dinero en España, simplemente hay que saber elegir las oportunidades y tratar de evitar valores que han sufrido una explosión bursátil que nada tiene que ver con su valor real", concluye Deutsche Bank.