Bolsa, mercados y cotizaciones

Comprar o vender... Sepa cuáles son los argumentos para entrar o salir en el actual escenario bursátil

    Comprar o vender, el dilema actual de los inversores. <i>Foto: Elisabeth Nogales</i>


    Para los bajistas, para los alcistas; para los pesimistas, para los optimistas... El escenario actual cuenta con ingredientes que alimentan todas las opciones para entrar o salir. De ahí los bruscos movimientos de los últimos días, que han llevado al Ibex a perder más de un 6% desde que empezara la corrección el 27 de febrero.

    Argumentos para vender

    Tenía que llegar. Y llegó. El pasado 27 de febrero se desencadenó la tan anunciada corrección que, según la mayoría de los expertos, esperaba agazapada a los mercados bursátiles. Otra cosa no, pero ya fuera por mera prudencia o por firme convencimiento, la mayor parte de los analistas había predicho que los parqués podrían sufrir este año un resbalón similar al sufrido entre mayo y junio del año pasado, cuando los principales índices internacionales perdieron en torno a un 10 por ciento.

    Sin embargo, y como dice el refrán, del dicho al hecho, hay un trecho. O lo que es lo mismo, ¿qué ha llevado a los inversores a actuar de ese modo, y sobre todo con tanta violencia? ¿Por qué ha cambiado tanto su sentimiento en apenas dos semanas?

    1. El primer factor, por manido que sea, reside en las subidas previas. A la bolsa siempre va ligado el riesgo, y éste implica la posibilidad de que las cotizaciones no sólo suban, sino que también bajen. Sin embargo, antes de las caídas el Ibex 35 acumulaba ocho meses alcistas consecutivos y el Dow Jones, siete. Este optimismo mantenía bajo mínimos la volatilidad o la inestabilidad en el mercado, un argumento que si bien respaldaba las subidas, contenía un germen peligroso: la posibilidad de que la corrección, si en efecto llegaba, fuera muy brusca. Y así ha acabado siendo. Este hecho, además, ha dado otro argumento a los bajistas. La corrección ha traído de vuelta a los parqués a la volatilidad, y mientras ésta no se relaje el riesgo de caer con fuerza sigue presente.


    2. Pero el ánimo de los inversores no hubiera variado tanto sin un tercer elemento fundamental. La mecha de las ventas prendió porque entre el 26 y el 27 de febrero se reabrió un debate que había quedado en un segundo plano en los últimos meses: la salud de la economía estadounidense. Las alusiones del ex presidente de la Reserva Federal (Fed), Alan Greenspan, sobre la posibilidad de que Estados Unidos entre en recesión han resucitado los temores de los inversores. Por si fuera poco, los datos conocidos desde entonces han dado una de cal y otra de arena, y mientras no lleguen estadísticas más marcadamente positivas, la sensibilidad continuará a flor de piel. Sobre todo, porque el problema de las hipotecas basura ha acentuado esos temores.

    Así pues, las valoraciones ajustadas, la mayor volatilidad y las dudas que inspira Estados Unidos siguen alimentando la incertidumbre. Y mientras la confianza no regrese -si es que lo hace- los inversores considerarán lógico vender.

    Argumentos para comprar

    Si antes de la corrección casi todos los expertos coincidían en que ésta podía aparecer en escena en cualquier momento, el sentimiento más extendido ahora bascula entre dos ideas: se trata de una corrección sana que puede ayudar a depurar excesos y el sentimiento de fondo de los mercados, salvo que surja un factor inesperadamente dañino, sigue siendo alcista.

    1. Ambas premisas otorgan un primer argumento de peso a quienes o bien ya han realizado compras selectas en los parqués o a quienes tengan pensado hacerlo próximamente. En concreto, consiste en que las caídas, antes que verlas como algo únicamente negativo, pueden interpretarse como una oportunidad para entrar en el mercado a unos precios más baratos y, por lo tanto, atractivos.


    2. Por si este argumento resulta insuficiente, hay otro al que están recurriendo ampliamente los expertos. "Los pilares o fundamentos de la economía mundial no han cambiado y siguen sólidos", argumentan. Y hay hechos que lo prueban, por mucho que EEUU no termine de convencer. Así, China ha dado nuevas muestras de su fortaleza en los últimos días. Las ventas al por menor han aumentado casi un 15 por ciento en los doce últimos meses, y la producción industrial se ha disparado un 18,5 por ciento en el mismo periodo. Además, Japón y la zona euro están creciendo a su mayor ritmo de los últimos años. Por lo tanto, incluso aunque la economía estadounidense se frene, tal como se espera, en los dos primeros trimestres del año, la economía mundial aún muestra claros signos de robustez.

    3. El entorno empresarial también está tratando de reforzar la maltrecha confianza de los inversores. Su contribución atañe a dos ámbitos y ambos, curiosamente, acapararon la mayor parte del protagonismo en la jornada de ayer. Se trata de los movimientos corporativos y los resultados. Así, Altadis fue el valor más destacado del Ibex 35 con una revalorización del 16,7 por ciento, mientras que, por ejemplo, los títulos de la farmacéutica alemana Bayer subieron un 3,25 por ciento tras presentar unos resultados mejores de lo previsto. Lo mejor, sin embargo, es que no se tratan de casos excepcionales, sino que las operaciones empresariales y la senda de crecimiento en la que se mantienen los beneficios constituyen dos de los pilares que, a juicio de los expertos, más sustento aportan a los parqués en estos momentos.

    Por lo tanto, los inversores también pueden encontrar motivos de peso en el escenario actual para comprar. De ahí que en tiempos convulsos también se vean sesiones tan alcistas como la de ayer.