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Warren Buffet: El "Oráculo de Omaha", multimillonario inversor y filántropo

    Warren Buffett. Comenzó su vida de filántropo al fallecer su esposa <i>Foto: archivo</i>


    A Warren Buffett, el segundo hombre más rico del orbe en 2006, según la lista divulgada este viernes por la revista Forbes, se le reconoce no sólo su enorme fortuna, de unos 52.000 millones de dólares, sino también su obra filantrópica.

    El inversionista estadounidense, de 76 años, conocido como el "Oráculo de Omaha" y principal directivo de la firma Berkshire Hathaway, anunció el verano pasado que donará la mayor parte de su fortuna a obras de beneficencia.

    Nacido en 1930, un año después del "martes negro" de la economía de Estados Unidos y en plena Gran Depresión, Buffett creció predestinado a dedicarse a la bolsa, ya que su padre era corredor bursátil.

    A los seis años logró sus primeros beneficios al vender a unos amigos unas latas de refresco por un precio superior al que pagó por ellas en la tienda de su abuelo. A los 11 años hizo su primera inversión cuando adquirió acciones de una petrolera por 38 dólares.

    Un estilo de vida austero

    El multimillonario estudió en la universidad de Nebraska y en la Escuela de Negocios de Columbia, donde recibió las enseñanzas de su gran mentor, Benjamin Graham.

    Tras adquirir algo de experiencia profesional en compañías aseguradoras, Buffett regresó a Omaha en 1956, donde dos años después compró la casa en la que aún vive.

    Pese a su enorme fortuna, Buffett, quien sólo en el último año aumentó su patrimonio en 10.000 millones de dólares, adoptó pronto un estilo de vida austero.

    Son famosas sus juntas de accionistas en la remota Omaha, en donde celebra los astronómicos dividendos que reparte su compañía con barbacoas o partidos de béisbol.

    También son célebres sus cartas a los accionistas, en las que junto a las cifras de desempeño de su compañía cuenta toda clase de anécdotas y chistes.

    El filántropo

    El multimillonario se convirtió en un gran filántropo solo en 2004, cuando falleció su esposa, Susan Thompson Buffett, quien le animó a donar su fortuna. Ella, en principio, iba a gestionar su patrimonio cuando el millonario muriese.

    Buffett desea que cuando muera el 85 por ciento de su fortuna, es decir, unos 44.000 millones de dólares, se reparta entre cinco fundaciones en un plazo de no superior a 13 años.

    De los cinco grupos favorecidos, la mayor donación corresponderá a la Fundación de Melinda y Bill Gates, que le precede como hombre mas rico del mundo -con una fortuna 4.000 millones de dólares mayor- y cuya organización se llevará el 80 por ciento de ese dinero.

    Aparte de la obra gestionada por el propietario de Microsoft y su esposa, las otras organizaciones beneficiarias llevan el nombre de la esposa y los tres hijos de Buffett.