Bolsa, mercados y cotizaciones

Bernanke reduce el tiempo al que presta dinero a la banca



    La Fed recorta de los 90 a los 28 días el periodo durante el que pone liquidez a disposición de las entidades financieras

    madrid. Y sin embargo se mueve. Esta frase, atribuida en su momento a Galileo Galilei, resulta perfectamente aplicable a Ben Bernanke. Aunque el presidente de la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU, sigue adelante con el grueso de su estrategia monetaria anticrisis, también va retirando en pequeñas dosis algunas de las extraordinarias medidas que ha activado para plantar cara a las turbulencias. Ayer dio un paso más en esta dirección. Anunció que, a partir del 14 de enero, reducirá de 90 a 28 días la duración de los préstamos que otorga a los bancos a su tasa de descuento, situada en el 0,5 por ciento. Antes de la crisis, el dinero que entregaba a través de esta ventanilla era a un día, periodo que amplió a 30 días en agosto de 2007 y a 90 días en marzo de 2008.

    ¿El motivo? Lo explicó la Fed en el comunicado en el que difundió la novedad: "La continua mejoría de la coyuntura en los mercados financieros". De este modo, la institución presidida por Bernanke confirmó, por una parte, que vigila con atención la evolución de los mercados y que amoldará su medicina a las necesidades existentes y, por otra, que su expansiva política actual no será eterna. Todo ello, eso sí, sin demasiadas urgencias. "Por el momento, irá retirando estímulos de manera gradual, y en función de cómo responde hay otras muchas formas de ir poco a poco reduciendo el exceso de liquidez y política monetaria expansiva más allá de subir los tipos de interés oficiales. Será un proceso complicado. Todo debe seguir un proceso gradual", sostiene José Luis Martínez Campuzano, estratega en España de Citi.

    Así está siendo desde finales de junio, momento en que la Fed dio el paso inicial hacia una progresiva normalización de la política monetaria tras las extraordinarias iniciativas puestas en marcha desde 2007. Hace cinco meses, el banco central norteamericano comenzó ya a reducir la cantidad de dinero que suministraba a las entidades financieras, un terreno por lo que ha seguido profundizando, siempre de forma moderada, posteriormente -ver gráfico-.

    Entre los cambios más relevantes figuró la finalización, sin prórroga alguna, del programa de compras de deuda pública. Expiró a finales de octubre, momento en que la Fed gastó los 300.000 millones de dólares con los que estaba dotado este plan.