Bolsa, mercados y cotizaciones
Fusión Iberia-British Airways, nuevo giro para el sector aéreo en Europa
"Actualmente, las compañías aéreas de tamaño medio tienen cada vez menos posibilidades de sobrevivir, por lo que están obligadas a aliarse con otras más grandes que ellas. Es el caso de IBERIA (IBLA.MC)con British Airways", destaca un analista, que pidió el anonimato.
Por un lado, esas compañías medias tienen que competir con las aerolíneas de bajo coste, que proponen tarifas muy atractivas para vuelos cortos. Por otro lado tienen que enfrentarse a las más grandes, como Air France-KLM o Lufthansa, líderes europeos, que poseen una potente oferta con sus plataformas aeroportuarias.
La situación no ha mejorado con la crisis económica. El tráfico aéreo se ha reducido mucho desde el inicio de ésta en septiembre de 2008, y los pasajeros más lucrativos, los empresarios que viajan en clase business, han recortado sus desplazamientos.
Además, el alza del petróleo casi continua desde comienzos de 2009 ha puesto en dificultades las finanzas de las compañías.
Desde hace años los profesionales esperan una reconfiguración del sector aéreo, aún muy fragmentado en comparación con otras industrias como la automovilística.
Antaño, los gobiernos eran reticentes a dejar desaparecer o entregar en manos extranjeras aerolíneas nacionales. Sin embargo, facilitaron los movimientos emprendiendo la privatización de estas compañías, como fue el caso de la misma Iberia en 2001 o Air France en los años 1990.
Desde que Air France y KLM se fusionaron en 2004, las fusiones se aceleraron en Europa. El grupo franco-holandés adquirió este año el 25% de la aerolínea italiana Alitalia.
Su rival alemán Lufthansa, que se fusionó con la aerolínea suiza Swiss en 2005, adquirió este año Austrian Airlines (AUA), que dispone de una gran red en Europa central, y la británica British Midland (BMI), que tiene un importante acceso en el aeropuerto londinense de Heathrow.
Tanto AUA como BMI, que atravesaban serias dificultades en el momento de su adquisición, aumentaron la deuda de Lufthansa, tal como ésta reconoció en su informe de actividad del 29 de octubre pasado. Además, la aerolínea alemana recibió en junio la autorización de la Comisión Europea para comprar Brussels Airlines.
Una vez cerrada la fusión entre British Airways e Iberia, las grandes maniobras podrían haber terminado en Europa. "Ya no quedan muchas presas", observa el analista que pidió el anonimato.
La escandinava SAS, que emprendió importantes restructuraciones para afrontar sus dificultades internas y la crisis, no tiene ningún comprador declarado. "Quedan la finlandesa Finnair, con su fuerte servicio a Asia, y la portuguesa TAP, muy presente en América Latina", comenta el analista.
Pero la próxima etapa podría ser la de las fusiones transcontinentales, como la planteada el año pasado por British Airways y la australiana Qantas, de momento en dificultades por las exigencias de los reguladores