Bolsa, mercados y cotizaciones

¿Cómo afrontarán los 'pequeños' el divorcio en Metrovacesa?



    ¿Me quedo con los Sanahuja, confío en el nuevo proyecto de Rivero o tal vez me olvido de mis metrovacesas? Los pequeños inversores de la inmobiliaria española, el décimo valor por negociación bursátil del mercado, vuelven a tener que deshojar la margarita.

    Y ahora la decisión es más difícil. No tienen que elegir entre vender las acciones en una opa (oferta pública de adquisición) o conservarlas a la espera de lo que pueda ocurrir, sino que deben apostar por un proyecto empresarial distinto. Así son los divorcios. Los pequeños de la familia no se quedan al margen de la ruptura de pareja y en algunas ocasiones se ven en la tesitura de tener que elegir entre papá y mamá.

    Y los que no se postulan a favor de nadie se quedan a la intemperie: habrá que aguantar a cómo sople el viento. Y en el mercado, después del anuncio de la escisión de la empresa, ha cambiado el contexto. Las acciones de Metrovacesa llevan muchos meses alentadas por la rumorología.

    ¿Qué hacer con las acciones?

    Desde que finalizaran las ofertas de adquisición competidoras el 20 de septiembre, los títulos se han disparado un 59 por ciento. Su escaso capital libre en bolsa y la expectativa de que alguno de los principales accionistas se pelearan por su control le han espoleado, muy por encima de la valoración de cualquier banco de inversión. "Hace tiempo que nosotros recomendamos deshacer posiciones en Metrovacesa", explica Jordi Falgueras, coordinador del departamento de estudios de Gaesco Bolsa. "Su valoración se había hecho insostenible", añade.

    Jaume Filella, desde Sebroker, no augura que cuando el valor vuelva a cotizar –la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) lo mantiene suspendida de negociación– vaya a tener un estreno brillante. "Mientras haya dudas, la primera reacción del mercado puede ser de castigo", añade Filella. El regulador tiene la palabra. En cualquier caso, antes de que ningún pequeño accionista pueda dar un paso adelante, la CNMV debe dar el pistoletazo de salida a la cotización de la empresa.

    El viernes las acciones de Metrovacesa habían cerrado a 117,85 euros, después de caer un 1,26 por ciento. En 2007, las acciones de la empresa pierden un 3,70 por ciento y un 8,30 por ciento respecto a su máximo histórico; los 128,52 euros a los que se colocaron el 18 de diciembre de 2006. Su valor en bolsa actual asciende a 12.600 millones de euros.

    ¿Adiós al Ibex 35?

    Una cifra muy diferente a la que tendrá la nueva Metrovacesa. Si el reparto que realizan los Sanahuja y Rivero-Soler es equitativo, al 50 por ciento aproximadamente, ambos se quedarían con un pedazo valorado en alrededor de 6.300 millones de
    euros. Una valoración que pondría difícil las cosas a la Metrovacesa española de los Sanahuja para continuar en el Ibex 35.

    En la actualidad, las acciones que forman parte del indicador están valoradas en 2.519 millones –de acuerdo con los criterios de cálculo del índice sólo cotiza en el índice un 20 por ciento de su capital–. Teniendo en cuenta que el free float quedara igual, con la mitad de valor bursátil, la capitalización ajustada a free float no llegaría al 0,30 por ciento del indicador, sino que se quedaría en el 0,23 por ciento.

    Y aunque ese no sea un requisito imprescindible para formar parte del indicador –sí lo es para los valores que no son componentes– es previsible que su negociación se viera mermada de manera importante. Hoy Metrovacesa ocupa el puesto once por negociación media diaria en los últimos seis meses. Con que su negociación cayera salomonicamente justo la mitad, ya se colocaría en el puesto veintinueve de la bolsa española.