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La foto contable deja a Repsol con la mayor deuda de las grandes petroleras

    Antonio Brufau, presidente de Repsol YPF.


    El próximo 27 de octubre Antonio Brufau cumplirá sus primeros cinco años al frente de Repsol. Un lustro que celebrará con cierto sabor agridulce. El lado positivo de este periodo es que el presidente sí ha visto cumplido parte de su sueño: la consolidación del sector en España. Gas Natural -Repsol posee un 30,89% de la gasista- se ha hecho con Unión Fenosa a costa de elevar su deuda hasta los 18.300 millones. Sin embargo, esta integración también ha tenido una repercusión negativa en la petrolera: su apalancamiento.

    Si en 2004 Repsol tenía unos compromisos financieros de 8.640 millones, ahora los analistas prevén que cierre el año con 13.500 millones. Así, atendiendo a estos criterios contables, Repsol (REP.MC) se coloca como la segunda empresa con más apalancamiento entre las petroleras mundiales -veces que supone su deuda respecto a su beneficio operativo-, ya que duplica su beneficio bruto -está en 2,07 veces-, frente a la media del sector, que no alcanza las 1,2 veces. Tan sólo le rebasa la canadiense Suncor Energy.

    ¿Existe riesgo?

    Esta situación ya ha preocupado a alguna agencia de calificación, como Moody's, que a finales de septiembre bajó su perspectiva sobre el rating de la petrolera de estable a negativa, porque considera que se está deteriorando el beneficio operativo junto con la generación de caja. La calificación de Repsol está a dos peldaños de ser grado especulativo, por lo que un cambio en su nota crediticia tendría un efecto pernicioso para el valor. Standard & Poor's coloca su rating en BBB y Moody's en Baa1.

    Esta nota es peor a la que tenía en 1999, cuando la compañía petrolera, presidida en aquel momento por Alfonso Cortina, fue capaz de realizar la que hasta el momento era la mayor adquisición por parte de una compañía española: YPF, por 12.000 millones, lo que disparó sus compromisos hasta los 20.000 millones. Un par de años después se produjo el Efecto Tango, la devaluación argentina y la mayor crisis jamás vivida en la compañía, que obligó a Repsol a hacer los deberes con toda celeridad y reducir en casi 15.000 millones su deuda hasta poco más de 5.000 en 2003.

    Desde la propia empresa aseguran que estos niveles no les preocupan. "Esta deuda es sólo un apunte contable y nada más, porque tenemos que incluir el 30% del apalancamiento de Gas Natural en nuestro balance. Sin embargo, lo único que se apunta el accionista de Repsol es el dividendo que recibe de Gas Natural, que repercute en su beneficio por acción", dice María Victoria Zingoni, directora de relaciones con inversores de Repsol. Además, comenta que su baja nota crediticia se debe a la alta prima de riesgo de Argentina, de donde procede el 20 por ciento de su beneficio. "Este escenario no es necesario de explicar a los analistas que siguen el valor, pero sí a los gestores que siguen muchas compañías", dice Zingoni.

    Pero si a la empresa no le preocupa, a los analistas tampoco les inquieta en gran medida. En primer lugar, porque Repsol se financia a un menor coste de lo que obtiene con sus inversiones. "Un aspecto a tener en cuenta es la baja rentabilidad que exigen los acreedores de Repsol a su deuda, apenas del 3-4 por ciento, inferior a su rentabilidad por dividendo del 5 por ciento", comenta Guillermo Escribano, gestor de la firma Metagestión.

    A esto se une que ha anunciado un plan de recorte de costes de 1.500 millones este año, lo que supone un 10 por ciento del presupuesto total del grupo en 2009. En cuanto mejoren los mercados, pretende sacar a bolsa el 20 por ciento de YPF, con lo que podría lograr más de 2.000 millones. Además, desde 2008, ha logrado 24 descubrimientos nuevos en el área de exploración y producción. "Así, la tasa de reposición de pozos petrolíferos podría comenzar a aumentar en 2012", dice Luis Hernanz, de Afi.

    Tal es la situación, que los expertos no creen que este alto endeudamiento tenga un impacto fuerte en su política de retribución. "En el contexto actual, Repsol debería ser capaz de mantener el dividendo estable con respecto al de 2008 sin tensionar su balance", dice Luis Rose, analista de Inverseguros.

    Si con los beneficios de 2008 dio a sus inversores 1,05 euros por título, para este ejercicio los analistas calculan que lo situará en los 0,86 euros.