Bolsa, mercados y cotizaciones
Sin novedad en el frente monetario internacional: los tipos se mantienen
Consumidas las reuniones de agosto de los principales bancos centrales del mundo, la impresión es que los bajos tipos de interés actuales han venido para quedarse durante mucho tiempo. El mapa de la crisis aún no ha mejorado tanto como para poder subirlos.
Agosto ha dejado de ser sinónimo de vacaciones para los bancos centrales. Fue en el octavo mes del año cuando la Reserva Federal (Fed) estadounidense detuvo el aumento del precio del dinero en 2006, después de que lo viniera subiendo de forma ininterrumpida desde junio de 2004, y cuando rebajó los tipos de interés de descuento, que son los que cobra a los bancos por el dinero que les presta, en 2007.
Incluso el Banco Central Europeo (BCE), que hasta hace tres años despachaba la reunión de agosto con una videoconferencia, rompió ese hábito en 2006 para elevar los intereses del 2,75 al 3 por ciento y desde entonces ha pasado a celebrar una cita normal en agosto.
Luchar contra la crisis
Con estos precedentes, la expectación se había disparado en torno a las reuniones que iban a celebrar este mes las principales instituciones monetarias del mundo. Y aunque han cundido lo suyo, no lo han hecho en el sentido previsto. A priori, los pronósticos contemplaban que las entidades empezaran a desmontar la maquinaria que habían puesto en marcha para luchar contra la crisis.
Pero ha ocurrido todo lo contrario. O bien han alargado la duración de las medidas con las que inyectan dinero directamente en la economía, como ha hecho la Fed, o bien han aumentado las cantidades destinadas a dicho fin. Ésta ha sido la opción elegida por el Banco de Inglaterra, que ha ampliado el presupuesto de su programa de compra de deuda de 125.000 hasta 175.000 millones de libras -de unos 145.000 a 203.000 millones de euros-.
"Los bancos centrales se mueven entre la necesidad de no retrasar más de la cuenta la eliminación de las medidas no convencionales y no hacerlo demasiado rápido que amenace la estabilidad de los mercados. Siguen estando en el filo de la navaja", reconoce José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi en España.
A la espera de novedades
En su caminar sobre el alambre, por ahora los banqueros centrales todavía no las tienen todas consigo para levantar el campamento monetario anticrisis edificado en los dos últimos años. Aunque tanto la economía como los mercados financieros transmiten síntomas de mejoría, aún son demasiado frágiles, por lo que los señores del dinero prefieren seguir estimulándolos hasta que la recuperación se consolide. Y puede que siga así durante un tiempo. "De acuerdo a los discursos recientes de los bancos centrales, sin presiones inflacionistas en el más corto plazo, la retirada de los planes de estímulo y la tensión de la política monetaria podrá esperar", pronostican desde Banif.
En caso de que se produzcan novedades, serán graduales. En primer lugar, los bancos centrales desactivarán las medidas menos convencionales, es decir, las compras de deuda y las inyecciones de cuantía y duración extraordinarias. Y ya luego se meterían con los tipos de interés. O lo que es lo mismo, el precio del dinero más bajo de la historia ha venido para quedarse una larga temporada.
Más recortes
Desde luego, donde no se esperan cambios es en las principales economías del mundo. Así, en lo que resta de 2009 los tipos seguirán entre el 0 y el 0,25 por ciento en Estados Unidos; en el 0,1 por ciento en Japón; en el 0,25 por ciento en Canadá; en el 0,5 por ciento en Reino Unido; y en el 1 por ciento en la eurozona.
Lo que también asume el mercado es que difícilmente se producirán más recortes -en los casos en los que exista margen para ello-. Esta posibilidad sólo cabe ya en los mercados emergentes, donde aún se pueden encontrar tipos en el 10,75 por ciento, como en Rusia, o en el 8,75 por ciento, como en Brasil.
¿Y subidas? Por el momento, no se esperan antes de fin de año ... salvo en un caso. El de Noruega, uno de los países que ya ha dejado atrás la pesada losa de la recesión. Sus intereses están ahora en el 1,25 por ciento, y los expertos consultados por Bloomberg no descartan que los eleve al 1,5 por ciento incluso en octubre. Siguiendo su estela podrían figurar países como Suecia o India, aunque en su caso los aumentos podrían producirse en los primeros compases de 2010.