Bolsa, mercados y cotizaciones
Bernanke vuelve a revolucionar los bonos
Ben Bernanke la ha vuelto a liar. Ocurrió el martes cuando el presidente de la Fed escribió una tribuna en The Wall Street Journal y compareció en el Congreso: en ambos casos, aseguró que tiene una "estrategia de salida" para su política monetaria actual -la más laxa de la historia- pero no dijo cuándo va a aplicarla.
John Authers, del Financial Times, lo compara con Mary Poppins, que decía a los niños que se iría "cuando el viento cambie".
El propio editorial del WSJ se mostraba ayer muy duro con Bernanke, al que acusaba directamente de no subir los tipos porque está en plena campaña para su reelección para un segundo mandato al frente de la Fed (el primero acaba en enero). También le atacaba por seguir indicadores retrasados en su política (como el paro y la diferencia entre el crecimiento real y el potencial) en vez de otros adelantados como los precios de las materias primas y el dólar.
El periódico llega a recordar que en 2003 Bernanke prometió que la Fed subiría los tipos a tiempo y fracasó: los tipos "demasiado bajos durante demasiado tiempo" son una de las causas principales de la burbuja del crédito y de las materias primas que ha desembocado en la crisis actual.
"Todo esto hace que las aseveraciones de ayer de Bernanke sean agradables al oído pero muy poco fiables. Las creeremos cuando veamos a la Fed empezar a subir tipos a pesar de las objeciones políticas del Capitolio y de la Casa Blanca", concluye el editorial.
Los tipos no van a subir en 2009... y seguramente, tampoco en 2010
Esta falta de concreción de Bernanke sólo deja algo a que agarrarse para los inversores: que los tipos no van a subir durante mucho tiempo. Lo cual elimina de un plumazo las expectativas -que las había- de que los tipos podían empezar a subir este mismo año. De hecho, si miramos los futuros sobre la inflación, sólo se ve calma chicha: estima que se situarán en el 2,4% entre 2014 y 2019, por debajo de su nivel durante casi todo el año pasado.
¿Dónde se produce el principal impacto de esta situación? Pues en los bonos, claro. De hecho, ya el martes las rentabilidades de los bonos a dos años, los más sensibles a los tipos a corto, cayeron a su nivel más bajo desde mayo. Y estas expectativas son las que han frenado en seco la escalada de los tipos a 10 años y los han hecho recaer hasta niveles de mayo.
Algo que interesa a la Fed, por otra parte, ya que le ayuda a mantener bajos los tipos hipotecarios, una de las claves para reactivar el mercado inmobiliario y poder salir de la crisis. Pero puede hacer saltar por los aires el consenso de analistas y estrategas de que lo mejor era salir huyendo de la deuda pública porque las enormes emisiones para financiar el déficit público y las expectativas de recuperación económica iban a disparar la rentabilidad de los bonos y a hundir su precio.